Movilidad urbana y nuevas tecnologías, cambio de mentalidad

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La movilidad de personas no solo es importante, sino una problemática grave en países como El Salvador. Los catorce municipios del Gran San Salvador han crecido aceleradamente y así también lo han hecho el transporte y la movilidad de personas. Sin embargo, la infraestructura se mantiene sin avances.

foto/stengg

Por Ricardo Chacón

Decano de la Facultad de Ciencias y Artes, director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Dr. José Matías Delgado, docente e investigador y sobre todo, divulgador de las nuevas tecnologías y el impacto en la educación y la enseñanza de la comunicación.

rchacon@ujmd.edu.sv / ORCID:0000-0002-3357-6474

Resumen:

La movilidad de personas no solo es importante, sino una problemática grave en países como El Salvador. Los catorce municipios del Gran San Salvador han crecido aceleradamente y así también lo han hecho el transporte y la movilidad de personas. Sin embargo, la infraestructura se mantiene sin avances. Al contrario: podemos hablar de retrocesos al ir quedando obsoleto el parque vehicular de las diferentes rutas de transporte colectivo, incapaz de dar respuesta a las nuevas necesidades de la metrópoli. Uno de los aspectos que requiere ser abordados es la puesta en marcha de una nueva gobernanza donde lo público y lo privado, las distintas muncipalidades y los actores directos de esta problemática, así como también la ciudadanía, se involucren en la planificación de mediano y largo plazo para dar solución a este acuciante problema del transporte y de la movilidad de las personas.

Se trata de un hecho metropolitano de gran relevancia, que debe ser, además, entendido y estudiado con las nuevas tecnologías propias de la sociedad del conocimiento y la información. Esto supone echar mano de adelantos tecnológicos como la geolocalización, por ejemplo, además del internet de las cosas o de los teléfonos inteligentes como monitores y caminos. A la problemática de la movilidad y del transporte colectivo pueden contribuir las nuevas tecnologías para ingresar a los ecosistemas de bases de datos y los entornos digitales. Esto supone y requiere un cambio de mentalidad, un cambio a fondo.

Palabras claves: Movilidad, inteligencia artificial y geolocalización, hecho metropolitano, la movilidad, ecosistemas de bases de datos y entornos inteligentes.

Ricardo Chacón: Catedrático de Comunicaciones y Seminario de Investigación, y director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Dr. José Matías Delgado.

Este trabajo ha sido realizado en el marco del Curso “Pensar la Metrópoli-Formación para la acción en el Área Metropolitana de San Salvador”, OAMSS-OPAMSS, (San Salvador, 2022) y ha sido modificado pedagógicamente para ser publicado en el periódico digital académico experimental TU ESPACIO

Foto/elsalvador.com

Introducción

Sin duda alguna un hecho metropolitano de enorme importancia en nuestro Gran San Salvador, como también en muchas otras grandes ciudades o metrópolis que cada vez crecen aceleradamente en el mundo de hoy, tiene que ver con la movilidad, tanto de personas como de carga.

En 2015 el Gran San Salvador y sus catorce municipios tenían en conjunto una población de más de 1.7 millones de habitantes, de los cuales el 97 por ciento se constituye como población urbana, con una densidad de 2,897 habitantes por kilómetro cuadrado. En términos de vivienda, se estima que en ese espacio se alzan 465 mil unidades habitaciones. Se prevé que para 2030 se contará con más de 1,8 millones de habitantes y 32,410 nuevos hogares, lo que representaría un incremento promedio de 2,161 hogares por año. (OPAMSS, 2016).

La movilidad de personas en San Salvador es grave y tiende a complicarse cada vez más, a medida que las necesidades crecen exponencialmente, pero no así los recursos, la infraestructura y los proyectos para enfrentar la problemática, estancados sin una visión de mediano y largo plazo y sin interés de incorporar a todos los involucrados, a fin de buscar soluciones. Por ejemplo, se ha querido enfrentar el problema modificando el transporte público. Pero los intentos han sido fallidos, costosos y, lejos de solucionar la problemática, la han complejizado aún más. ¿Y por qué no decirlo? Han entorpecido e incluso atrasado de la peor manera el problema de la movilidad.

Enfrentar desde una perspectiva de hecho metropolitano: la movilidad urbana de personas, supone dar un paso más hacia adelante, no solo con planificación a mediano y largo plazo, sino con una mentalidad diferente donde tanto la gobernanza local como la nacional, la privada y la pública, pasa por la incorporación de los diferentes sectores de la sociedad, organizada o no. Es preciso que todos los sectores tengan, además de presencia, voz y poder para ejercer sus derechos.

En este ensayo se pretende explicar y justificar de manera particular el aporte de las nuevas tecnologías para enfrentar con mayor precisión y decisión la movilidad urbana. Se trata de incorporar las nuevas tecnologías al análisis, a la toma de decisiones y la puesta en marcha de estrategias mucho más sustentables. Estos avances tecnológicos se relacionan con ecosistemas de bases de datos y entornos inteligentes.

Y es que la nueva movilidad urbana, que ya es una realidad en las metrópolis de El Salvador o de cualquier país de Europa, tiene qué ver con el conjunto de modos de transporte compartido y servicios digitales que van más allá del transporte público convencional y de los automóviles de propiedad privada. Este fenómeno, que hoy se considera revolucionario, crecerá durante la próxima década el doble de rápido que la movilidad tradicional, con la previsión de alcanzar unos ingresos globales de 660,000 millones de dólares en 2030. (Europapress, 2022).

El problema de la movilidad urbana de personas, una cuestión de enfoque

El último resumen de Oliver Wyman sobre la tabla de posiciones de los sistemas globales de movilidad urbana, publicado en 2020, ha colocado a seis ciudades europeas entre las diez primeras: Londres, Estocolmo, Ámsterdam, Helsinki, Berlín y París. En cambio, ciudades como Buenos Aires, Distrito Federal de México, Río de Janeiro, Bogotá y Lima están entre los puestos 33 y 48. (Consultancy.eu 2020).[1] Wyman trabajó con el Instituto de Estudios de Transporte de la Universidad de California en Berkeley (UCB) para evaluar ciudades en todo el mundo basada en una amplia lista de más de cincuenta criterios que incluyen la regulación, la infraestructura, el impacto social y la preparación para la tecnología.


[1] Véase también: https://www.republicainmobiliaria.com/editorial/las-ciudades-europeas-dominan-movilidad-urbana/, consultado el 13 de septiembre de 2022.

Foto/dplnews

Las conclusiones de dicho estudio mundial nos plantean al menos tres temas: uno: ¿por qué las ciudades europeas están a la cabeza y las latinoamericanas muy abajo dentro de dicha clasificación? Dos: la movilidad de personas y cargas es fundamental para el desarrollo de ciudades sostenibles y un elemento central para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030. Tres: la tecnología es clave para el presente y futuro de la movilidad a fin de crear ciudades sostenibles.

Permítanme esbozar cada uno de estos temas. En Europa existe una larga tradición histórica y cultural. La Unión Europea es una comunidad que hoy en día agrupa a veintisiete países. Sus ciudades son más amigables con el transporte público y los peatones, teniendo como prioridad la seguridad, la sostenibilidad, la limpieza y la combinación estratégica del transporte tradicional con el moderno sobre todo impulsado y apoyado decididamente por el uso de energías limpias. Y todo esto sin mencionar la estrecha vinculación de los diferentes tipos de transporte. Por ejemplo, tenemos que los aeropuertos están coordinados estrechamente con los trenes y los autobuses a fin de contribuir a movilizar a usuarios de estos sistemas. Además, hay una estrecha relación del transporte con el desarrollo de las ciudades, donde se privilegia el transporte público de alta calidad sobre los medios de transporte privados.

Las ciudades latinoamericanas, si bien es cierto que han tenido avances y cambios sustanciales en las últimas décadas, han carecido o no han dado la fuerza suficiente a la política de favorcer el transporte público sobre el privado. No se ha potenciado la integración de los distintos medios de transporte posibilitando las energías más limpias y, sobre todo, no se han vinculado estrechamente las metrópolis con los centros de producción y los núcleos residenciales de los ciudadanos.

Las ciudades latinoamericanas, y el Gran San Salvador no es la excepción, han crecido aceleradamente, pero sin planificación ni orden. No ha existido, ni mucho menos, una política de mediano plazo que busque no solo hacer ciudades más amigables, seguras y eficientes, sino sustentables.  

Nuevas visiones de mediano y largo plazo concretadas en políticas públicas sostenibles deberían poner el énfasis en la movilidad de las masas y adecuar unos medios de transporte más limpios para hacer la diferencia, en consonancia con estudios como el presentado por la consultora Oliver Wayman junto con el Instituto de Estudio sobre el Transporte de la Universidad de Berkeley.

El enfoque europeo de movilidad es diferente del latinoamericano

Ahora bien: otra cuestión relevante que debemos considerar es que la movilidad es fundamental para el desarrollo sostenible. Para citar un ejemplo de este planteamiento basta traer a cuenta la agenda impulsada por la División de Transporte Sostenible de la Comisión Económica para Europa (UNECE) que desarrolla una serie de iniciativas analíticas, regulatorias y de creación de capacidades para guiar el desarrollo de la movilidad hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS. Plantean con claridad y contundencia que apostar por una movilidad sostenible con transición energética, infraestructura para una logística eficiente, regulación vehicular, modelos de inversión en infraestructura, educación en seguridad vial y planificación urbana orientada a la movilidad tendrían un gran impacto en trece de los diecisiete ODS. (UNECE, 2020).

El Banco Mundial también se suma a esta lógica. Entre otras iniciativas ha desarrollado una plataforma que reúne a múltiples actores influyentes en la movilidad y que está basada en cuatro ejes estratégicos. Plantea que la movilidad sustentable debe ser: equitativa, eficiente, verde y segura. Considera que esta iniciativa, denominada Sustainable Mobility for all (Sum4all) ayudará decidamente para alcanzar al menos siete de los ODS. (Banco Mundial, 2019).

Dicho en pocas palabras: la movilidad sustentable al menos toca directamente el objetivo número once de los ODS: “ciudades y comunidades sostenibles”. De manera particular hay que enfrentar una dinámica que tiene qué ver con el crecimiento exponencial de las metrópolis cada vez más urbanizadas y que requerirán de manera particular un transporte más seguro, movido con energías limpias y que logre movilizar a millones y millones de nuevos ciudadanos.

En el ODS 11 se plantea una meta específica (número 11.2), que reza así: “De aquí a 2030, se deberá proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad”.

Este perspectiva supone, además de un cambio mental, mucha planificación y trabajo macro desde las diferentes instancias del Estado nacional y de las municipalidades que incorporen la iniciativa privada y las diferentes organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, a los ciudadanos. Alcanzar estos objetivos requiere al menos de cinco dinámicas que deben integrarse: sistemas de movilidad que recojan e integren diversas alternativas para el desplazamiento; sistemas intermodales de movilidad: un nuevo enfoque en la planificación urbana; la seguridad en los medios de transporte; y la incorporación de la tecnología a estos procesos. Esto es fundamental y requiere de una visión completamente diferente a la que, hasta ahora, ha imperado en la formulación y concreción de políticas públicas.

Ecosistemas de bases de datos e inteligencia artificial

Eso es para el futuro. Ahora tenemos que bregar con lo manual análogo, que impera en los sistemas con los que nacimos y vivimos. Sí, tenemos que bregar con lo que tenemos. No hay de otra, pero lo que sucede es que la tecnología ha avanzado tanto y a pasos tan acelerados que no nos hemos dado cuenta de que vivimos en una transición permanente entre lo tradicional y lo nuevo, entre lo presencial y lo virtual, entre lo análogo y lo digital.

Para no hacernos bola, basta poner de ejemplo el teléfono celular, que ahora llamamos inteligente, y que ha dejado de ser un mero medio de comunicación entre dos personas (ahora con imágenes y no solo sonido, desde cualquier parte del mundo con transmisión ilimitada de datos y meta datos) y se ha convertido en un multi sensor que recoge y lanza a la “nube” millones de fragmentos de información donde hay unos almacenes ilimitados de datos. Ahí podemos guardar desde cuestiones tan elementales como sumar el número de pasos que damos durante el día y los kilómetros corridos en el ejercicio diario, hasta las pulsaciones del corazón y el posible registro de anormalidades en nuestros electrocardiogramas que pueden prever un infarto. Y ya no se diga la geolocalización (tema que ampliaremos luego), no solo de las personas sino de los vehículos de cualquier tipo de transporte.

Los teléfonos inteligentes, al igual que otras herramientas que ahora se denominan “el internet de las cosas” y que incluyen desde un cepillo dental, una lavadora, refrigeradora o lavadora, están conectados a internet. De esta manera, permiten alimentar las bases de datos que se encuentran en la nube.

De igual manera, hoy existen los entornos inteligentes, que no son otra cosa que espacios físicos en los cuales las herramientas tecnológicas se combinan y son utilizadas para conseguir objetivos específicos para el usuario. Nos referimos a los edificios inteligentes. Dicho sea de paso, estos tienen un precedente en los años ochenta del siglo pasado, cuando se diseñaron construcciones para maximizar los recursos y aprovechar de mejor manera la gestión energética, la seguridad, el control del ocio y del entretenimiento, así como la comunicación, entre otras cuestiones.

Al igual que el teléfono inteligente o el internet de las cosas, las ciudades inteligentes de hoy recogen constantemente información que es subida a la nube y procesada para dar respuesta desde las inmensas bases de datos. Para ello crean algoritmos para dar respuesta a las necesidades de los usuarios, poniendo en marcha prácticas de urbanismo y desarrollo sostenible.

Se trata de dar soluciones de inteligencia para medir y controlar las necesidades básicas de una ciudad relacionadas con el medio ambiente, la vivienda y otras instancias. Se trata de optimizar los servicios que utilizan los ciudadanos, como, en concreto, la movilidad urbana. Un ejemplo de empresas que se dedican a esto es Nexus Integra, pionera en la implantación del internet de las cosas en la industria, en las empresas de servicios o en las ciudades inteligentes. [1]

En lo que atañe a las soluciones tecnológicas aplicadas al medio ambiente, las ciudades inteligentes incluyen distribución del agua, alumbrado, disposición de los desechos sólidos y alumbrado, entre algunos otros ejemplos. De igual manera, los diferentes aspectos relacionados con la vivienda pueden gestionarse a través de la detección inteligente de desastres, incendios, seguridad ciudadana y video vigilancia. Asimismo, soluciones para brindar un mejor servicio a través del internet inalámbrico (Wifi), aplicaciones para el uso del transporte, pago de impuestos y servicios varios.

También incluyen las ciudadaes inteligentes la movilidad urbana, que no es otra cosa que sistemas inteligentes para monitorizar peatones, vehículos, atascos, accidentes, estacionamientos y control de tráfico, entre otros muchos ejemplos que ya son realidad en países no solo de Europa y de América del Norte, sino también en algunos lugares de América Latina.

Dicho en pocas palabras: hemos entrado a vivir a la era de las inmesas bases de datos, interconectadas como las neuronas, con capacidad de aprender y prever por medio de algoritmos los gustos, necesidades y acciones de hombres y mujeres que ahora están prendidos de la programación de Netflix, para ver cine a su medida y gusto, o de Uber con transporte de acuerdo con sus necesidades, o de Amazon, según lo que necesiten comprar y se lo lleven “a su casa”. Es la era de los ecosistemas de bases de datos, y de entornos inteligentes.

Antes de continuar, quiero enfatizar, subrayar e insistir en que no se trata de cacharros tecnológicos, sino de una nueva realidad que toca la misma vida cotidiana de hombres y de mujeres que viven en los países desarrollados o sobreviven en los países pobres y subdesarrollados. En este sentido, enfrentar la tecnología y usarla para intentar resolver los problemas de siempre, como la pobreza y la marginanción, o los nuevos, como los grandes conflomerados sociales en las metrópolis, es fundamental. Tenemos una oportunidad de oro de conocer y usar las nuevas tecnologías para dar respuesta a nuestros problemas. Esto requiere y supone aprendizaje, educación, alfabetización digital, pensamientos diferentes para ver nuestro entorno con perspectivas distintas.

Insisto: no se trata de aprender a usar herramientas digitales novedosas, sino de sumarnos a una transformación digital que conlleva cambios mentales de fondo.

Es así como la geolocalización no es solamente una herramienta digital, sino una forma de entender, comprender y actuar ante la movilidad de manera sustentable. Esto es tan simple y tan difícil que nos posibilita al menos trabajar en cinco líneas: evaluación de infraestructuras, planificación del transporte, ubicación de servicios esenciales para la población, optimización del tránsito y la reducción del impacto ambiental.

Hay empresas como PreDik Data-Driven que comercializan estos programas de geolocalización para empresas privadas que tienen incorporadas estas tecnologías a sus estrategias de venta y comercialización. Es más: también se ofrecen a instituciones y organismos públicos.

Los análisis de movilidad permiten, por ejemplo tal como lo promete la empresa en sus paquetes de venta, seleccionar un punto o zona de interés que, al relacionarlo con distintas capas de datos proporcionadas por los usuarios generan información enriquecida y detallada con la que pueden obtener insights de gran valor para tomar decisiones que afecten la infraestructura, el transporte, los servicios, el tránsito o reducir el impacto ambiental. (PreDik Data-Driven, 2022).

Con la analítica de localización se puede identificar, por ejemplo, un lugar de interés, establecer su ubicación exacta y ayudar a los entes del gobierno central o municipal a comprender lo que ocurre alrededor de ese lugar para mejorar la toma de decisiones estratégicas. En seguridad, el tema se amplía al máximo porque permite determinar las zonas de mayor o menor riesgo, así como las horas más o menos peligrosas, entre otras muchas cuestiones.

He aquí un cambio de mentalidad que deja atrás la obtención de datos a través de una encuesta y los recoge por medio de técnicas geoespaciales obtenidas por los teléfonos inteligentes, pero también con otros artefactos, a los que ahora se les llama el “internet de las cosas” y que, a cruzarlos con grandes volúmenes de información sobre el comportamiento, gustos e intereses de los consumidores y de los diferentes públicos, permiten que los análisis lleguen a un nivel detallado tan profundo que dan respuesta a preguntas como: cuántas personas transitan a diario por una zona particular y cuál es el nivel socioeconómico de los usuarios, entre otros. También permite calibrar la afluencia peatonal y vehicular que se registra en determinado sitio a lo largo de un período de tiempo, así como establecer cuáles son las ubicaciones más o menos visitadas. Con esta metodología y con estos datos, la toma de decisiones estratégicas es mucho más acertada.


[1] Fuente: Nexusintegra: https://nexusintegra.io/es/category/smart-city/, consultada el 13 de septiembre de 2022.

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Algunas conclusiones

  • El desplazamiento mental es fundamental. La realidad digital y virtual actuales requieren no solo cacharros, herramientas y fondos económicos, sino modificar la mente para ver otras realidades y entender que las nuevas tecnologías pueden dar cuenta de los viejos y nuevos problemas de la ciudad y de las metrópolis.
  • La movilidad urbana, entendida como hecho metropolitano, conlleva una nueva gobernanza donde intervengan todos los actores de manera directa y decisiva. El camino está conceptualizado, pero cuesta caminarlo. Sin embargo, se debe hacer.
  • Las nuevas tecnologías deben ser conocidas, entendidas y aplicadas a los hechos metropolitanos. No tengamos miedo de ellas. Tengamos claro que los sectores privados suelen utilizarlos desde hace algún tiempo. Y en el sector estatal y municipal tarde o temprano deberemos utilizarlos también.
  • Se requiere, a todos los niveles, entrar a una dinámica de alfabetización digital y, por supuesto, de una visión positiva y propositiva hacia los cambios tecnológicos aplicados a dar solución a los acuciantes problemas de la sociedad, incluidos los creados en las metrópolis.
  • La tecnología puesta al servicio de sociedades inteligentes y sustentables es fundamental en la actualidad. Esto incluye a los países en vías de desarrolllo, de por sí consumidores de las nuevas tecnologías.
  • La geolocalización puede ser un instrumento adecuado y propicio para entender y dar solución a los problemas de movilidad urbana en San Salvador.  

Bibliografía

Banco Mundial, 2019). https://www-worldbank-org.translate.goog/en/topic/transport/brief/sustainable-mobility-for-all?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es-419&_x_tr_pto=sc

(Consultancy.eu, 2020). Predik Data-Driven2022) https://www.consultancy.eu/news/5048/european-cities-dominate-the-world-in-urban-mobility

(Europa Pres, 2022).  https://www.europapress.es/consulting-news/noticia-oliver-wyman-nueva-movilidad-urbana-generara-ingresos-globales-665000-millones-2030-oliver-wyman-20220823103933.html

(OPAMSS, 2016). Esquema director, área metropolitana de San Salvador / editor Consejo de alcaldes, Oficina de Planificación de Area Metropolitana de San Salvador (OPAMSS). 1 edición, San Salvador, El Salvador

(UNECE, 2020). https://www.pactomundial.org/noticia/la-comision-economica-de-las-naciones-unidas-para-europa-presenta-su-primer-informe-de-seguimiento-de-los-ods-en-la-region/

Nexusintegra.  https://nexusintegra.io/es/category/smart-city/

Predikdata, 2022). https://predikdata.com/es/inteligencia-de-localizacion-para-la-movilidad-urbana/?utm_source=emailmarketing&utm_medium=newsletter&utm_campaign=NewsletterSemanalPredikES_25082022

(Predikdata, 2022) https://predikdata.com/es/analisis-de-movilidad-usos-y-aplicaciones/

(Predicdata, 2022) https://predikdata.com/es/analisis-y-caracterizacion-de-puntos-de-interes/

(Sumbilbao, 2019) https://sumbilbao.com/2019/la-movilidad-urbana-sostenible-clave-para-el-logro-de-los-ods/

Conceptos utilizados

Hecho metropolitano. Son aquellos fenómenos económicos, sociales, tecnológicos, físicos, culturales, territoriales, políticos o administrativos que afectan o impactan simultaneamente a dos o más de los muncipios que conforman el área metropolitana. Algunos criterios de un hecho metropolitano son o pueden ser el alcance territorial, la eficiencia económica, la capacidad financiera, la capacidad técnica, la organización político-administrativa y el impacto social.

Territorio metropolitano es un área o zona metropolitana urbana que engloba una ciudad principal (la metrópoli) que da nombre al área y una serie de ciudades que pueden funcionar como ciudades dormitorio, industriales, comerciales y serviciales.

Movilidad de personas. En el sentido más general es un concepto relacionado con el derecho a la libre circulación. En el contexto de las metrópolis está relacionado con el crecimiento de las ciudades y el desplazamiento de los ciudadanos en la búsqueda para acceder a sus actividades, como estudio, trabajo o diversión, además de adquirir los recursos básicos para sobrevivir en las grandes ciudades.

Gobernanza. Forma de gobierno que tiene como fundamento la interrelación equilibrada entre el Estado, la socidad civir y el mercado para lograr un desarrollo económico, social e institucional. Entre otros principios de la gobernanza, sobresalen cuatro: responsabilidad, transparencia, estado de derecho y participación.

Desarrollo sostenible. Tiene que ver con que los hombres no agoten los recursos naturales y no ponga en riesgo la supervivencia humana en el futuro. Se trata de satisfacer las necesidades humanas en el tiempo presente, sin comprometer la satisfacción de dichas necesidades en el futuro. Comprende el equilibrio y balance entre el bienestar social, el medio ambiente y la bonanza económica.

ODS. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son parte de un compromiso de la comunidad internancional para hacer un mundo mejor en el 2030. Constituye parte de una mirada integral, indivisible y una colaboración. La Agenda 2030 especifica un total de 169 metas para alcanzarlos, repartidas entre los 17 ODS.

  1. Fin de la pobreza.
  2. Hambre cero.
  3. Salud y bienestar.
  4. Educación de calidad.
  5. Igualdad de género.
  6. Agua limpia y saneamiento.
  7. Energía asequible y no contaminante.
  8. Trabajo decente y crecimiento económico.
  9. Industria, innovación e infraestructura.
  10. Reducción de las desigualdades.
  11. Ciudades y comunidades sostenibles.
  12. Producción y consumo responsables.
  13. Acción por el clima.
  14. Vida submarina.
  15. Vida de ecosistemas terrestres.
  16. Paz, justicia e instituciones sólidas.
  17. Alianzas para lograr los objetivos.

Movilidad sustentable. Está en la perspectiva del ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles y conlleva un modelo de traslado de bajo consumo de carbono que, además de ser saludable, privilegia el elevar la calidad de vida urbana y el bienestar colectivo, así como la creación de espacios públicos confortables que favorezcan la convivencia ciudadana.

Ecosistemas de base de datos es la combinación de infraestructura, análisis y aplicaciones que se usa para capturar y analizar datos. Esto nos permite entender de mejor manera a los usuarios o a los clientes y perfilar estrategias de como operar con ellos. Se dice que está compuesto de una arquitectura de datos con capacidad de reacción, una entrega a escala y una gestión de datos inteligentes impusados por la Inteligencia Artificial.

Inteligencia artificial. Trabaja con grandes cantidades de datos que son procesados rápida e iterativamente junto con algoritmos inteligentes, permitiendo al software aprender automáticamente de patrones o características de los datos. En definitiva, se trata de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano, sobre todo aprender.

Entorno inteligentes. En términos generales, se trata de un ambiente donde cada vez más prevalecen los productos y servicios propiciados por la inteligencia artificial, haciendo cotidiano el uso del internet de las cosas. De manera particular, son un conjunto de implementaciones que consisten en la combinación de múltiples soluciones Smart aplicadas a escenarios concretos de la ciudad. Estas soluciones Smart son servicios inteligentes para medir y controlar las necesidades básicas de una Smart City, a través de un sistema modular y escalable de sistemas de gestión conectados que facilitan el control y la gestión de diferentes ámbitos de la ciudad.

Ciudades inteligentes. Se denominan así porque reúnen principalmente tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), en donde se desarrollan y ponen en funcionamiento prácticas de urbanismo y desarrollo sostenible para abordar los problemas crecientes de la urbanización. Se retroalimentan con una red inteligente de objetivos y máquinas conectadas que transmiten datos utilizando la tecnología inalámbrica y la nube. 

Teléfono inteligente. En la práctica es una computadora de bolsillo que no solo comunica a las personas, sino que además es una plataforma informática móvil, capaz de almacenar datos y realizar actividades simultáneamente. Un punto destacable de estos dispositivos es que utilizan sensores para recopilar datos y responder de manera inteligente a los usuarios.

El internet de las cosas es la red colectiva de dispositivos conectados y la tecnología que facilita la comunicación entre estos y la nube, así como entre los propios dispositivos entre sí. En pocas palabras, el internet de las cosas integra dispositivos de uso diario con internet: desde cepillos de dientes, aspiradoras y automóviles con otras máquinas. Pueden utilizar sensores para recopilar datos y responder de forma inteligente a los usuairos.

Geolocalización. Consiste en obtener la ubicación geográfica de un objetio como puede ser un teléfono movil o coche o una calle. Hay varios métodos desde comprobar el código postal de una carta, la dirección IP de un equipo o el sistema GPS de nuestro teléfono móvil, así como la identificación de radiofrecuencia (RFID), o transacciones con tarjeta de crédito, entre otras funciones.

Ejemplos de entornos inteligentes

Puertos inteligentes

Los puertos forman parte de sistemas de transporte cada vez más extensos y cadenas de suministros con logísticas cada vez más complejas. Actualmente se encuentran en una posición única para extraer el potencial de la alta tecnología y así mejorar su competitividad.

Los puertos inteligentes pueden recolectar datos alrededor del mundo para obtener información sobre tráfico marítimo y condiciones más adecuadas para la carga y descarga de mercancías. Gracias a este tipo de acciones, se puede establecer tiempos exactos para la puesta en circulación de contenedores y así medir las fuerzas que intervendrán en el viaje para distribuir las cargas de forma mucho más eficiente.

Además, pueden gestionarse los barcos entrantes y salientes de forma continua y sin interrupciones, establecer con precisión la capacidad de contenedores en cada barco y evitar la pérdida de mercancías mediante seguimiento automático.

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Playas inteligentes

El modelo de playa inteligente gira entorno a la seguridad, la sostenibilidad y la accesibilidad. La implementación de innovaciones tecnológicas como drones o el control de aforos abre la puerta a una asignación más eficiente de guardacostas. Así, las playas serán más seguras para los usuarios.
Además, las soluciones algorítmicas enfocadas al análisis de datos, así como la sensorización de duchas y otros puntos de distribución de agua, impulsan un uso eficiente de este recurso y aseguran la calidad de los elementos naturales de las playas.
Este conjunto de ventajas redunda en una gestión más eficiente de los recursos costeros (agua, electricidad, residuos…), así como en una mejor experiencia para los usuarios.
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Edificios inteligentes

Los edificios inteligentes utilizan dispositivos de Internet de las cosas (IoT), así como sensores, software y conectividad en línea, entre otros, para monitorear varias características de la estructura, analizar los datos y generar información sobre patrones de uso y tendencias que se pueden utilizar para optimizar el entorno y las operaciones de la edificación.

El IoT permite recopilar datos sobre cualquier aspecto del funcionamiento del edificio. Por ejemplo, pueden conectarse sensores de IoT a todos los equipos con el propósito de monitorear la calidad de la energía, realizar mantenimiento predictivo, activar la detección de ocupación o hacer mediciones precisas de energía.

Las soluciones de hoteles inteligentes implican la capacidad para proporcionar opciones de huéspedes más rápidas y específicas sin sacrificar la calidad. Esta capacidad es aplicable desde el servicio de habitaciones, actividades y restauración hasta sistemas de reserva y necesidades, haciendo posible el acceso a estas con solo hacer clic en un botón.

La tecnología de Smart City ayudará a controlar todos los entornos de la ciudad y es aplicable a una variedad casi infinita de los mismos, desde edificios, tanto de uso personal (apartamentos), como comercial (centros comerciales) o público (colegios), aeropuertos, polideportivos, sistemas de transporte, plantas de energía y muchos más. No sólo permitirá ofrecer un mejor servicio, si no reducir los costes y las complicaciones asociadas a su gestión.

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Nexus Smart City para gestionar los servicios de la ciudad de forma integral

La solución Smart City es aplicable a una variedad infinita de entornos, edificios tanto de uso personal como comercial o público, aeropuertos, polideportivos, sistemas de transporte, plantas de energía y muchos más. No sólo permitirá ofrecer un mejor servicio, si no reducir los costes y las complicaciones asociadas a su gestión.

La solución Smart City de Nexus Integra permite una gestión centralizada de todos los servicios de la ciudad (individualmente o en conjunto), ofreciendo la capacidad de visualizar, analizar y gestionar de manera integral.

Algunos de los beneficios más característicos son los siguientes:

  • Datos centralizados
  • Gestión y control de KPIS
  • Seguridad (Certificado en el Esquema Nacional de Seguridad)
  • Mejora la calidad de vida de los ciudadanos
  • Aumenta la eficiencia y sostenibilidad
  • Trabaja con una plataforma abierta e interoperable
  • Involucra a todos los agentes de la ciudad: ayuntamientos, hospitales, colegios, transporte, departamentos de IT, etc.