
Redacción- Karen Azúcar|docente ECC
Cada equipo trabajó con un enfoque único: desde propuestas cinematográficas que parecían sacadas de una película, hasta conceptos inspirados en estaciones del año, arte conceptual e incluso campañas de concientización social. La clave estaba en adaptar el estilo visual al mensaje, sin perder de vista un objetivo central: hacer que una simple galleta brillara como una estrella.
Algunos estudiantes integraron inteligencia artificial para lograr efectos surrealistas, logrando imágenes que más que mostrarse, se “sienten”. Otros apostaron por estilos más minimalistas y limpios, en donde cada detalle hablaba de profesionalismo y control visual.
El verdadero desafío era claro: aunque pequeña en tamaño, la galleta debía mantenerse como el centro de atención en cada toma. Y lo lograron. Las imágenes finales no solo captaron la esencia del producto, sino que demostraron que una buena campaña no depende del tamaño del objeto, sino del tamaño de la idea detrás.
Este ejercicio, más allá de lo técnico, permitió a los estudiantes experimentar con diferentes lenguajes visuales, adaptarse a múltiples estilos y reforzar la importancia del concepto como guía para una producción efectiva.
Galeria de fotos elaboradas por los estudiantes:







