Redacción-Melvin Artiga
¿Cómo llegan los microplásticos al cuerpo humano?
Estas partículas pueden ser transportadas por el cuerpo a través del torrente sanguíneo, y son ingeridas en los alimentos provenientes del mar como peces o crustáceos que se han alimentado de organismos en el agua y la arena que contienen microplásticos, provenientes de años de contaminación de botellas, pajillas, juguetes, ropa y desechos industriales en las playas y ríos del mundo.
Estos microplásticos pueden entrar al organismo humano vía:
Ingestión: Los microplásticos pueden ingresar al cuerpo humano a través del consumo de agua y alimentos contaminados. Se han encontrado en mariscos, agua embotellada e incluso en el aire que respiramos.
Absorción: Los estudios sugieren que los microplásticos pueden absorberse a través del tracto gastrointestinal y el sistema respiratorio. Potencialmente pueden acumularse en varios órganos y tejidos.
Mariscos: Se han encontrado microplásticos en pescados y mariscos, como camarones y mejillones. Los organismos marinos pueden ingerir microplásticos y, cuando los humanos los consumen, ingieren indirectamente los microplásticos presentes en los sistemas digestivos de estos animales.
Agua embotellada: los estudios han demostrado que los microplásticos pueden estar presentes en el agua embotellada. Cuando las personas beben agua embotellada, pueden ingerir microplásticos que se han filtrado al agua desde el recipiente de plástico o desde otras fuentes.
Sal: También se han detectado microplásticos en la sal de mesa. Se cree que la sal marina, en particular, puede contener microplásticos debido a la contaminación de los océanos. Cuando las personas usan sal en sus alimentos, pueden ingerir algunas de estas partículas.
Exposición en el aire: Los microplásticos pueden transportarse por el aire y ser inhalados cuando las personas respiran. Esto puede suceder en áreas con altos niveles de contaminación plástica, procesos industriales o incluso durante actividades como barrer o limpiar.
Envasado de alimentos: algunos materiales de envasado de alimentos contienen microplásticos que potencialmente pueden transferirse a los alimentos que contienen. Por ejemplo, ciertas bolsitas de té de algunas marcas y recipientes de plástico para alimentos pueden liberar microplásticos en los alimentos o bebidas que contienen.
Los investigadores estudian continuamente el alcance de esta exposición y sus posibles implicaciones para la salud. Si bien los efectos de los microplásticos en la salud de los seres humanos aún se están investigando, existe preocupación sobre su potencial para causar inflamación, estrés oxidativo y daño a nivel celular.
«La bacteria salvadora»
Aunque la solución definitiva sería la concientización a mayor escala sobre el impacto negativo de los objetos de plástico en nuestras costas, y la toma de acciones legales en contra de empresas que no respeten las normas medioambientales establecidas para disminuir la producción masiva de plástico, han surgido alternativas como la que los científicos de Japón están investigando en el uso de una bacteria que descompone el plástico imperecedero a biodegradable.
La bacteria Ideonella sakaiensis convierte los plásticos de poli (tereftalato de etileno) (PET) en poli(3-hidroxibutirato) (PHB) altamente biodegradable, según el estudio japonés del Instituto Nara de ciencias y tecnología en octubre de 2021.
La investigación «Una bacteria que degrada y asimila el poli(tereftalato de etileno)» dirigida por Shosuke Yoshida y su equipo, se lanzó en 2016 y fue la primera que puso en foco el uso de la bacteria.
Este trabajo de investigación fundamental no sólo reveló las capacidades de las bacterias para degradar el plástico, sino que también arrojó luz sobre las posibilidades más amplias del uso de soluciones microbianas para combatir la contaminación plástica.
El Polietileno Tereftalato, también conocido por su sigla PET, es un tipo de plástico comúnmente utilizado en envases y botellas de gaseosa, agua y aceite, entre otros. A pesar de ser 100% reciclable, su presencia en los cuerpos de agua de la tierra es prácticamente omnipresente, por la contaminación tanto de individuos como de empresas.
Yoshida y su equipo descubrieron esta bacteria cuando la aislaron de muestras de suelo contaminado con PET cerca de una planta de reciclaje de plástico en Sakai, Japón (he de ahí su nombre). La bacteria pertenece al filo Actinobacteria, conocido por sus diversas capacidades metabólicas. Su descubrimiento marcó un hito en la batalla en curso contra los residuos plásticos.
Aplicaciones de la bacteria
Algunas de las aplicaciones prácticas y soluciones de gestión de residuos asociadas con este descubrimiento son la reducción de desechos plásticos mediante el uso de Ideonella sakaiensis o microbios similares que degradan el plástico en plantas de tratamiento de aguas residuales, con las cuales es posible reducir la cantidad de desechos plásticos en los sistemas de agua. Esto podría ayudar a mitigar la contaminación de ríos, lagos y océanos;así como un reciclado más eficiente.
Aprovechando las enzimas que degradan el PET de la bacteria, los investigadores están explorando formas de descomponer los plásticos PET en sus monómeros constituyentes (etilenglicol y ácido tereftálico). Estos monómeros luego se pueden utilizar para producir nuevo plástico PET, creando un sistema de reciclaje mejorado.
Biorremediación. La biorremediación consiste en usar microbios para limpiar el agua subterránea y el suelo contaminados. En áreas con contaminación por plástico PET, como vertederos o suelos contaminados cerca de sitios de eliminación de desechos plásticos, se podría emplear Ideonella sakaiensis para la biorremediación.
Por último, pero no menos importante, la producción de bioplásticos con las enzimas producidas por Ideonella sakaiensis. Para la degradación del PET podrían utilizarse en la producción de plásticos biodegradables (bioplásticos). Esto podría conducir al desarrollo de alternativas plásticas y más respetuosas con el medio ambiente y que se descompongan de forma natural.
Es importante señalar que, si bien el descubrimiento de Ideonella sakaiensis es prometedor, todavía quedan desafíos por superar a la hora de ampliar estas soluciones para su uso práctico, pues por el momento solo se ha experimentado en Japón.
Además, abordar la contaminación plástica requiere un enfoque multidiciplinario, que incluye reducir el consumo de plástico, mejorar la infraestructura de reciclaje, promover materiales sostenibles, entre otras acciones y actores que deben ser involucrados.
Por el momento, no hay soluciones mágicas. Cada uno debe hacer su parte.
Fuentes:
https://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/acscatal.8b05171 2019. Biodegradation of PET: Current Status and Application Aspects
Ikuo Taniguchi, Shosuke Yoshida, Kazumi Hiraga, Kenji Miyamoto, Yoshiharu Kimura, and Kohei Oda.
https://www.globalseafood.org/advocate/pueden-las-bacterias-que-comen-plastico-ayudar-con-el-problema-de-los-plasticos-en-la-pesca-y-la-acuacultura/ Waycott. 2022. Global SeaFood Alliance. ¿Pueden las bacterias que comen plástico ayudar con el problema de los plásticos en la pesca y la acuicultura?
https://www.google.com/amp/s/www.lavanguardia.com/natural/20151005/54437883117/residuos-de-plasticos-y-fibras-en-mas-del-25-de-pescados-y-mariscos.html%3ffacet=amp Elcacho. J. 2015. La Vanguardia.Descubren residuos de plásticos y fibras en más del 25% de pescados y mariscos.
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https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29653694/
Carbery M. 2018. Transferencia trófica de microplásticos y contaminantes mixtos en la red alimentaria marina e implicaciones para la salud humana.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-51779863 Serrano C. Dark Waters: el multimillonario escándalo en el que Dupont fue hallada culpable de enfermar con «químicos eternos» a miles de personas en EE.UU.
https://rightlivelihood.org/the-change-makers/find-a-laureate/robert-bilott/ RightLivelihood. 2017. Por exponer una historia de décadas de contaminación química, lograr la justicia que las víctimas han buscado durante mucho tiempo y sentar un precedente para la regulación eficaz de sustancias peligrosas.