Investigación de Llorente & Cuenca: ¿Cómo serán los líderes en el futuro cargado de incertidumbre?

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La agencia de consultoría de comunicación en España destaca en su estudio  “Future Leaders”, las características de la nueva generación de líderes sociales en habla hispana y portuguesa, desgranando sus características través de técnicas de procesamiento de neurolingüística e inteligencia artificial, para saber qué podemos esperar de los líderes del mañana

Te presentamos la investigación de LLYC, en colaboración con Trivu, basada en el procesamiento neurolingüístico, e inteligencia artificial, para analizar cómo serán las nuevas generaciones de líderes sociales en habla hispana y portuguesa.

“Contenido publicado originalmente en Reason Why

Retomado con fines académicos

La sociedad global se encuentra sumida en un contexto cada vez más volátil, de incertidumbre, complejo y ambiguo. Algo que se conoce como VUCA -Volatility, Uncertainty, Complexity y Ambiguity- por sus siglas en inglés. Y los grandes líderes son los que suelen capitanear en tiempos difíciles, pero la pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto las carencias de los dirigentes actuales. La sociedad demanda dar paso a los nuevos líderes del mañana, pero: ¿Cómo son? ¿Qué presentan nuevo frente a los actuales?

LLYC, en colaboración con Trivu, se ha hecho estas preguntas y juntos han decidido dar un paso adelante para responderlas antes de que llegue el cambio generacional. En su estudio “Future Leaders”, analizan a las nuevas generaciones de líderes sociales en habla hispana y portuguesa, desgranando sus características través de técnicas de procesamiento de neurolingüística e inteligencia artificial, para saber qué podemos esperar de los líderes del mañana.

Analizar aspectos tan ambiguos como los valores, la personalidad, las necesidades y la manera de pensar, es algo complejo. Por ello, la investigación se ha servido de la técnica del procesamiento de lenguaje natural (PNL, por sus siglas en inglés). Una manera diferente e innovadora de dibujar el perfil de los jóvenes que tomarán las riendas del futuro.

Líderes transformacionales

Napoleón Bonaparte, Wiston Churchill, Simon Bolívar, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Margaret Thatcher… Cuando pensamos en grandes líderes, nos vienen a la cabeza los nombres de aquellos que estuvieron al frente de países, comunidades y pueblos, en momentos determinantes de la historia. Personalidades robustas, con gran determinación y, muchas veces, adelantados a su tiempo. Estos líderes han sido analizados cientos de veces desde diferentes prismas para que podamos aprender de ellos y conocer qué les distinguió del resto. Pero, ¿qué nos espera a partir de ahora?

Tenemos a nuestra disposición herramientas que nos permiten conocer, aunque suene algo útopico, el futuro. Y eso es lo que la consultora de comunicación LLYC ha querido hacer. Dibujar el perfil de los nombres de hoy que protagonizarán los libros del mañana.
De esta forma, para el desarrollo de «Future Leaders» se han analizado contenidos y discursos que navegan por la red procedentes de una selección de 120 líderes, nacidos después de 1990, en 12 países diferentes, todos ellos de habla hispana o portuguesa.

El estudio parte de un concepto acuñado por los académicos americanos Bruce Avolio y Bernard Bass, llamado liderazgo transformacional. Este modelo define al líder como aquel que incorpora el trabajo en equipo para identificar un cambio necesario, crea una visión para guiar esta transformación, a través de la inspiración, y lo ejecuta en conjunto con los miembros comprometidos de un grupo.

Desde LLYC y Trivu han seleccionado a los líderes basándose en las teorías de liderazgo del modelo FRLM (Full Range Leadership Model), junto a los siguientes criterios que se extraen de la definición del líder transformacional:

  • Tendencia de un propósito
  • Potencial movilizador
  • Capacidad de influencia

Esta investigación ha tomado concretamente a diez jóvenes líderes de España como ejemplo, que desarrollan su actividad de investigación y/o profesional en las siguientes áreas: asuntos sociales, deporte, tecnología e innovación, medicina y salud, emprendimiento, medioambiente y cultura.

Dentro de este variado campo tomado como muestra, se repiten dos veces las áreas que corresponden a tecnología e innovación, emprendimiento y asuntos sociales. En cambio, no se observa ningún posible líder en áreas de economía y finanzas o comunicación, como sí tienen otros países del informe como Portugal o Perú. Un insight que empieza a darnos algunas pistas…

Más comprometidos, menos irresponsables

Este estudio pretende no solo hacer una comparativa entre los líderes de dos generaciones, sino que pone sobre la mesa las características que definen al líder transformacional. Tomando como eje la “Trait Theory”– teoría que defiende características estáticas en los rasgos de personalidad de los individuos-, el informe de LLYC y Trivu se centra en el modelo “Big Five”, que estructura la personalidad en cinco grandes rasgos compuestos de diferentes facetas.

  • Apertura: la capacidad humana de estar abiertos a nuevas ideas y experiencias.
    Facetas: intereses artísticos, imaginación y raciocinio.
  • Responsabilidad: se relaciona con la disciplina y la capacidad para mantenerse fiel a los compromisos con uno mismo y con los demás.
    Facetas: diligencia, autodisciplina y orden.
  • Extraversión: tendencia a no tener inhibiciones a la hora de actuar en el mundo.
    Facetas: amigabilidad, asertividad y entusiasmo.
  • Altruismo: las llamadas tendencias intrapersonales. Cuando eres altruista se considera que eres una persona confiada y solidaria, que piensa en el resto.
    Facetas: cooperación, altruismo y confianza.
  • Neuroticismo: cuando la personalidad está dominada por las emociones.
    Facetas: enfado, depresión y ansiedad.

El retrato robot que aquí se define del líder transformacional consiste en personas extrovertidas y abiertas, comprometidas con la búsqueda de cambios en el mundo, responsables, con un alto control emocional y a las que no les asustan los retos ni se desaniman fácilmente.

Diferencia entre líderes actuales y del futuro

Las principales diferencias que se dan entre los líderes actuales y los del mañana radican en la emocionalidad y el altruismo. Mientras los líderes actuales son personas con una gran resiliencia emocional, que se desenvuelven bien en el mundo de la innovación, los líderes del futuro se posicionan como responsables y trabajadores, con un gran sentido del deber.

Por otro lado, los dirigentes contemporáneos destacan por su asertividad y pragmatismo siendo el orden y la estructura (tradicionalmente vertical) los pilares para la eficiencia. No hace falta mirar mucho más allá para darse cuenta de que este modelo de trabajo está cambiando. Cada vez son más las compañías que apuestan por una estructura horizontal, abierta, en la que el conjunto cobra una especial relevancia frente a los intereses individuales.

Siguiendo con el análisis de los rasgos de personalidad en cada líder, aun teniendo en común una gran apertura mental y el valor por la responsabilidad, otras características que diferencian a los líderes actuales de los Future Leaders radican en todo lo que tiene que ver con las emociones y la sensibilidad hacia su entorno.

Apertura mental y responsabilidad como punto común

Si hacemos un pequeño ejercicio de observación, el resultado obtenido sobre los rasgos de los Future Leaders tiene mucho sentido. Y es que las redes sociales les han permitido compartir, pero también comprender. La sociedad actual no se cierra en banda a la hora de hablar de sentimientos, sino que potencia la conversación en torno a ellos para buscar ese sentimiento de comunidad con los demás. Ahora todos conocemos el mood de los que nos rodean y, sentirnos identificados en determinadas situaciones, nos ha acercado más que nunca.

Por ello, los Future Leaders muestran un tipo de liderazgo más consciente de la importancia de la integración, la gestión de las emociones y los sentimientos así como el impacto de sus acciones. Además, dirigen estas mismas hacia una visión que tiene en cuenta la comunidad, la cooperación y el respeto al individuo y al hábitat. Esto último tiene una gran relación con la protección del medio ambiente, una temática a menudo relacionada con una visión más moderna y juvenil del futuro. De ahí que si nos preguntamos por un líder joven, en el conjunto global, el nombre de la activista Greta Thunberg venga a nuestra mente.  

En definitiva, si partimos de los 5 factores que conforman el modelo Big Five (apertura, responsabilidad, extraversión, altruismo y neuroticismo) podemos observar las siguientes diferencias fundamentales del liderazgo entre los Future Leaders y los líderes actuales:

Además de los rasgos de personalidad, el modelo Big Five empleado en el informe de LLYC, permite conocer las necesidades y los valores de estos líderes del mañana. Destaca, en comparación con los líderes de nuestro presente, que necesitan más un mayor sentido práctico y menos la expresión personal. Si nos fijamos en los valores, observamos que los Future Leaders valoran más su propia trascendencia y menos el hedonismo.

Análisis lingüísticos de los futuros líderes

El lenguaje es el vestido del pensamiento, como dice Samuel Johnson, y, sin dudas, las palabras los hilos que los tejen.

Que los progenitores tienen razón es algo que uno va aprendiendo a medida que crece. Así, el tan repetido “cuida tu lenguaje” en el que insisten los padres y madres de todo el mundo, tiene todo el sentido cuando han pasado unos años.

Porque las palabras que utilizamos en nuestro día a día dicen mucho de nosotros, tanto que existe una parte de la lingüística dedicada al estudio de la relación entre el cerebro y el lenguaje: la neurolingüística.

Así, los líderes del futuro utilizan muchos más sustantivos que los de ahora. ¿Esto qué implica? Según el psicólogo social James W. Pennebaker, “los individuos más felices y seguros de sí mismos”, además de con una preparación académica más extensa, utilizan en mayor medida este grupo de palabras.

A través de las palabras de una nueva generación

Los Future Leaders orientan su discurso hacia los valores sociales y dan importancia a los términos que rodean el team-play o “jugar” en equipo. Un término que ha ganado peso a raíz de videojuegos online como Call of Duty, que demandan varios jugadores para ganar la partida. Aunque estos se conozcan de manera remota, tienen que seguir una estrategia en común si quieren lograr su objetivo, y eso es lo que el lenguaje de las nuevas generaciones de líderes refleja.

Llama la atención que, a pesar de la crisis del coronavirus y el periodo tan inestable que estamos viviendo en lo que a cuestiones sanitarias se refiere, la palabra “Salud” no se refleja entre el top 50 de términos más utilizados por los líderes presentes, pero sí en las nuevas generaciones, que poseen un carácter más preocupado por las realidades que acontecen en la sociedad de manera global. Y una pandemia es el claro ejemplo de esta gran diferencia.

Por otro lado, los adjetivos pueden decir muchas cosas sobre cómo entendemos el mundo que nos rodea y la emotividad de nuestros discursos. Así, el carácter fuertemente emocional de los Future Leaders se deja ver en adjetivos como “Hermoso”, “Increíble”, “Maravilloso”, “Favorito” y “Bonito”, entre otros. Los líderes actuales, en cambio, solo muestran el término “bonito” en el puesto 35 de la lista elaborada por LLYC.

Otro dato curioso es que la palabra “Feliz” se encuentra como la sexta palabra más empleada por los líderes futuros, mientras que en el caso de los contemporáneos directamente no existe en su top 50 de adjetivos más utilizados.

Sin embargo, llama la atención que en una generación tan preocupada por lo colectivo y el medio ambiente, el adjetivo “Climático” -precedido por la palabra “Cambio”- se repita bastante más entre los líderes actuales.

Más de hechos que de palabras

Aunque las palabras no se las lleva el viento, los hechos siempre acaban pesando más. Esta premisa pisa fuerte entre las nuevas generaciones de líderes que tienen un discurso con mayor énfasis en los verbos de acción como “hacer” o “ayudar”.

También se demuestra su fuerte carácter emocional en los términos “amar», «perder” o “lograr”, que se encuentran entre los 50 verbos que más emplean.

Seres pasionales, en definitiva, que buscan la acción frente al simple discurso y tienen una visión orientada a la comunidad, donde el trabajo en equipo puede suponer un recurso para solucionar problemas y vencer futuras tempestades.

El perfil del líder del mañana

Tras el trabajo de análisis realizado por la consultora LLYC, junto a Trivu, se han obtenido una serie de conclusiones que nos acercan a dibujar el perfil de los que serán los líderes del mañana.

  • El discurso de la nueva generación incorpora más referencias a lo colectivo y al bien común, aunque las referencias al cambio climático no son exclusivas de los más jóvenes
  • La salud solo está presente de manera protagonista en la conversación de los Future Leaders
  • El discurso de los Future Leaders retrata a una generación más disciplinada y con mayor tendencia a la acción
  • Los líderes del futuro apelan, en mayor medida, a los valores del team-play
  • El análisis semántico ratifica la fuerte orientación a la cooperación del grupo más joven
  • Los Future Leaders son más emocionales y muy positivos
  • La palabra “Gracias” es una seña de la nueva generación
  • Las expresiones sobre digitalización solo están presentes en el top 50 de los Future Leaders
  • La nueva generación concede mucha importancia al aprendizaje y a comprender su alrededor

Como decía Bob Dylan, The Times They Are a-Changin. El 2020 comenzó como un año más, entre confeti y grandes festejos por la nueva década en la que nos adentrábamos. Ahora nos parece extraño ver cómo se comportan los personajes en las películas pre-pandemia. El mundo está cambiando, pero nosotros también.

Los líderes que tomarán las riendas de esta nueva realidad vienen cargados de emoción, curiosidad y una apuesta por el bien común sin precedentes. No les importan tanto las estructuras y el pragmatismo, sino la ayuda mutua para solucionar problemas. Así que atrás quedó el “uno contra todos”; bienvenido sea el “todos contra uno”.


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