
Por Camila González/Imágenes Carlos Márquez
En un esfuerzo por conectar la innovación tecnológica con la formación ética y profesional de la juventud salvadoreña, la ECC llevó a cabo una ponencia en la Fundación Gloria Kriete. La actividad estuvo centrada en los aportes del estudio “Desafíos y oportunidades éticas de la Inteligencia Artificial Generativa como recurso educativo abierto en los procesos formativos en Educación Superior: Propuesta y contribuciones al ODS 4 en la Universidad Dr. José Matías Delgado”, desarrollada por el docente e investigador Kevin Salazar, con el apoyo de los estudiantes Ayleen Ruiz y Marvin Escobar
La jornada formó parte de la Fase Tres del Programa de Intermediación Laboral de la Fundación Gloria Kriete, la cual busca brindar a los jóvenes herramientas concretas que les permitan insertarse en el mundo profesional. En este contexto, la actividad constituyó un espacio de diálogo, experimentación y reflexión en torno a las nuevas tecnologías y su rol en la educación superior y la empleabilidad juvenil.



El estudio Realizado por la ECC está alineado con los principios del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4 (ODS 4) de la Agenda 2030, el cual promueve el uso de la IAG como un recurso educativo abierto (REA), haciendo énfasis en su capacidad de personalización, accesibilidad y escalabilidad. Además, plantea un enfoque estratégico para fomentar el desarrollo de competencias digitales, la alfabetización informacional, la capacidad de curaduría de contenidos y el uso ético de los datos.
En su intervención, el maestro Kevin Salazar explicó que el propósito de esta investigación fue articular los retos éticos del uso de herramientas de inteligencia artificial generativa (IAG) en la educación universitaria con las oportunidades concretas que estas tecnologías ofrecen para fortalecer competencias profesionales, especialmente en un contexto de transformación digital acelerada.
“La inteligencia artificial debe asumirse no como un atajo, sino como un recurso formativo que exige pensamiento crítico, ética y conciencia digital. Nuestro objetivo fue demostrar que puede convertirse en una herramienta para democratizar el conocimiento y facilitar el acceso a la formación profesional con calidad”, expresó el maestro Kevin Salazar.
Quien a su vez destacó la urgencia de promover una alfabetización digital transversal, que no se limite a habilidades técnicas, sino que integre principios de ética, responsabilidad social, protección de datos, propiedad intelectual y ciudadanía digital.
Un taller con enfoque práctico y humano
El evento fue más allá de la disertación teórica. A manera de aplicación práctica del estudio, los estudiantes de la ECC Ayleen Ruiz y Marvin Escobar lideraron un taller donde se presentó una metodología de seis fases para crear un perfil profesional en LinkedIn utilizando herramientas de inteligencia artificial. Esta actividad abordó aspectos técnicos de la construcción de un perfil laboral e integró reflexiones sobre el autoconocimiento, la ética en la generación de contenido y la autenticidad personal.
El objetivo del taller fue que los participantes aprendieran a generar descripciones profesionales auténticas, prepararse para entrevistas laborales simuladas y adaptar sus perfiles según sus intereses y aspiraciones. “No vean a la IA no como una voz externa, sino como una aliada para amplificar la suya propia”, comentó Ayleen Ruiz durante el ejercicio.
Mientras que Marvin Escobar destacó que uno de los aportes más valiosos fue “entender que estas herramientas deben usarse como un complemento, no como sustituto del pensamiento propio. Siempre debemos mantener nuestra esencia y pensar críticamente sobre lo que generamos con IA”.
La IA como medio masivo y herramienta de identidad
Durante la ponencia, el licenciado Salazar también abordó la IA desde una perspectiva comunicacional más amplia. “Una herramienta como ChatGPT debe entrenarse no solo técnicamente, sino también desde la identidad del usuario. Si queremos que proyecte quiénes somos, debemos conocer bien nuestra voz, nuestra esencia, y curar los contenidos que genera”, afirmó. Asimismo, resaltó que la IA, al convertirse en parte del entorno cotidiano, se consolida como un medio masivo de comunicación, comparable a la prensa, la televisión o la radio, pero con un alcance y adaptabilidad sin precedentes.
“Entrenar a la IA no es solo cuestión técnica, es también un proceso de autoevaluación y autoconocimiento. Debemos ser curadores del contenido que generamos y fomentar el pensamiento crítico”. mencionó el licenciado Kevin Salazar.
Este enfoque también fue valorado por los participantes, Denis Leonardo Méndez Fuentes, asistente del taller mencionó que “La IA no está aquí para solucionarnos la vida, sino que está aquí para agilizar los procesos y ayudarnos a ser un poco más eficientes. […] No hay que temerle a la inteligencia artificial y que nos va a sustituir, sino que hay que tomarla de la mano e ir aprendiendo sobre sus funciones y aprovechar cada una de estas”.
Un enfoque estratégico para la empleabilidad juvenil
Celia Lemos, representante de la Fase Tres: Intermediación Laboral, subrayó la relevancia del evento: “Muchos jóvenes no sabían que la IA puede ayudarles a preparar entrevistas laborales o fortalecer su perfil profesional. Se van cargados de información útil y práctica. Este tipo de espacios amplía su panorama de oportunidades”, dijo.
Por su parte, la joven participante Casey Tercero compartió su experiencia personal: “Nunca imaginé que la IA me podría ayudar en una entrevista laboral. Ahora sé que no se trata solo de copiar y pegar, sino de moldear la herramienta a mis necesidades sin perder mi autenticidad. Fue un aprendizaje profundo sobre cómo usarla con criterio”, expresó.
El enfoque de la ponencia también resalta la necesidad de incluir competencias digitales en los planes de estudio universitarios, no solo desde lo instrumental, sino desde la comprensión del impacto social y comunicacional de estas tecnologías. “La IA no sustituye el pensamiento. Solo es un instrumento. Pero ese instrumento puede potenciar o limitar nuestro desarrollo, dependiendo de cómo lo usemos”, mencionó el maestro Salazar.
Esta jornada en FGK reafirma la importancia de vincularse con los desafíos del entorno, generando conocimientos aplicados y útiles para los estudiantes.
“Espacios como este nos recuerdan que la tecnología debe estar al servicio de las personas, y no al revés. Debemos formar profesionales capaces de pensar con profundidad, actuar con ética y adaptarse con inteligencia a los cambios que vendrán”, concluyó Salazar Recinos al terminar la ponencia.
Este encuentro dejó claro que el futuro profesional no solo se construye con habilidades técnicas, sino con valores, criterio y autenticidad. La ponencia y el taller práctico demostraron que la inteligencia artificial, bien comprendida y usada con responsabilidad, puede abrir caminos reales hacia la empleabilidad, el aprendizaje autónomo y la transformación social. Más que adaptarse al cambio, los jóvenes están aprendiendo a liderarlo.


