Por Fabiola Guevara
Franziska Trautmann, originaria de Luisiana, se graduó con honores de la Universidad de Tulane en Ingeniería Química y Biomolecular. Cuando todavía estaba en el último año de la universidad, combinó su amor por el medio ambiente y la investigación para fundar y hacer crecer Glass Half Full junto con Max Steitz en la primavera de 2020.
Glass Half Full ahora recicla más de 2 millones de libras de vidrio cada año en arena y grava para socorro en casos de desastre, restauración costera y más.
Dentro de la empresa, gestiona las comunicaciones, las operaciones de reciclaje y la investigación para ampliar su impacto, así como su trabajo en restauración costera. También se enorgullece de mantenerse al día con la red social Glass Half Full, de más de 250.000 personas de todo el mundo. Franziska cofundó Nola Alchemy, que crea joyas y cuentas de Mardi Gras a partir de vidrio reciclado, y Glassroots, una organización sin fines de lucro dedicada a ampliar la accesibilidad al reciclaje.
En áreas que no aceptan el reciclaje de vidrio, tirar una botella a la papelera puede causar estragos en el planeta. Así es como Franziska Trautmann está combatiendo el problema.
Solo 35 estados de Estados Unidos, tienen instalaciones de procesamiento de vidrio. Si vive en un estado que no acepta vidrio para reciclar, tirar una botella de vidrio en su contenedor de reciclaje puede causar estragos en el medio ambiente, contaminando todo el contenedor de reciclaje y posiblemente redirigiendo toda la carga directamente al vertedero.
«No tenía reciclaje en la acera», recordó la joven, «Mi familia tendría que conducir de 20 a 30 minutos y dejarlo en algún lugar. E incluso después de eso… es difícil determinar qué sucede realmente con esos materiales reciclables».
Con Glass Half Full, la compañía comenzó como una campaña de crowdfunding a principios de 2020. «Tenía que ser una campaña de crowdfunding para involucrar a la comunidad y lograr que la comunidad la respaldara».
Y ese apoyo comunitario valió la pena. A través de la inversión de la comunidad, Glass Half Full ha podido evolucionar hasta convertirse en una operación completa que reutiliza el 98% de su consumo de vidrio y vuelve a la importancia de la educación, la transparencia y la acción. La educación comienza con la comprensión del enfoque típico de los Estados Unidos para el reciclaje.
La mayoría de los sistemas realizan un reciclaje de flujo único, que luego se lleva a una instalación de recuperación de materiales (MRF) para su clasificación. Comprender lo que sucede en estos MRF brinda una idea de por qué tantas instalaciones han prohibido que el vidrio y otros materiales potencialmente afilados o peligrosos ingresen al sistema de flujo único por completo.
Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Estados Unidos solo recicló el 31,3 % de los productos de vidrio en 2018. Los 7,6 millones de toneladas restantes representaron el 5,2 % de todos los residuos sólidos municipales (RSU) ese año. Si las instalaciones de reciclaje no están equipadas para manejar materiales peligrosos como el vidrio, una cantidad asombrosa termina desechada en los vertederos. Allí, una sola botella de vidrio puede tardar 4.000 años en descomponerse.
El sistema de flujo dual, que involucra materiales preclasificados antes de la recolección, fue abandonado por la mayoría de las instalaciones de reciclaje estatales en la década de 1990 por la alternativa de menor costo del reciclaje de flujo único.
Cuando presenta empresas como Glass Half Full, tiene instalaciones que pueden especializarse en el reciclaje de un tipo de material y evitar que una gran parte se desperdicie.
Otras instalaciones se especializan en el reciclaje de acero, latas de aluminio u otros materiales difíciles de reciclar. Algunos incluso ofrecen una compensación económica. En Alabama, las instalaciones de reciclaje rural pagan por libra de productos de acero y aluminio. Estos sistemas pueden reducir los 10,5 y 2,7 millones de toneladas de RSU de acero y aluminio que ingresaron a los vertederos en 2018.
Los beneficios de reciclar vidrio son dos: por un lado, evita que el vidrio termine en los vertederos. Además, reciclar vidrio en arena proporciona más recursos para deshacer los efectos de la erosión de las playas a lo largo de ríos, costas y deltas.
La necesidad de un reciclaje adecuado se extiende mucho más allá de Nueva Orleans. Y al igual que cualquier empresa del siglo XXI, las redes sociales demostraron ser una herramienta fundamental para expandir la palabra de Glass Half Full más allá de Louisiana.
A pesar de su vacilación inicial, Trautmann admitió que utilizar las redes sociales fue un paso divertido y beneficioso en el crecimiento de la empresa. «Se lo debo todo a mi cofundador, Max [Steitz]», recuerda. «Yo pensé que éramos demasiado mayores para TikTok».
Pero no olvide el viejo dicho de que «los problemas modernos requieren soluciones modernas». En un mundo de redes sociales donde todo vale, ciertamente existe el espacio y la audiencia para algún contenido centrado en el medioambiente. Solo ayudó en la misión de Trautmann de fomentar una comunidad a partir de Glass Half Full.
«Realmente tenemos a todos involucrados escuchando cómo pueden ser más sostenibles y cómo pueden ser más éticos en sus vidas. Y es algo tan hermoso de ver», dice ella. «En nuestra entrega de reciclaje de vidrio, veo a todo tipo de personas llevándome su vidrio… ricos, pobres, viejos, jóvenes. Es algo ver a la gente realmente involucrarse en todos los niveles».
Trautmann ve la importancia de la comunidad, y la comunidad ve la importancia de la misión de su organización.
Referencias:
https://thred.com/es/change/five-gen-z-plastic-activists-you-should-know-about
https://www.pbs.org/newshour/brief/432918/franziska-trautmann
