
Ricardo Chacón – ORCID: 0000-0002-3357-6474|Director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación –UJMD– 25 de junio 2025
La semana pasada en este mismo TUESPACIO tocamos el tema en Gran Bretaña, lo que están haciendo en torno a la inteligencia artificial y su incorporación a la educación, desde los primeros años de estudio, o en la masa laboral.
Hoy damos un pasa y hablaremos de China; la siguiente semana de Estados Unidos. Y es que la inteligencia artificial (IA) está afectando la educación, los procesos educativos, la metodología y la pedagogía.
Al menos tres áreas reflejan la preocupación de cómo estas nuevas tecnologías afectan a la educación: Primero, el desarrollo exponencial de la inteligencia artificial y sus herramientas incide en los distintos campos educativos. Segundo, la inteligencia artificial se introduce de manera directa y profunda en las distintas disciplinas, afectando y modificando los procesos al pasar de lo analógico a lo digital, virtual y ahora cuántico. Tercero, legislar adecuadamente para adaptarse a los cambios tecnológicos y garantizar la seguridad y protección de los datos individuales, que ahora son la «materia prima» de las nuevas tecnologías.
Mi interés en este trabajo, dividido en tres partes como lo he expresado, es dilucidar cómo otros países, sobre todo los desarrollados, están tomando en serio la IA y cómo la incorporan y adaptan a sus procesos y planes educativos. Es una cuestión estratégica, así de sencillo.
La hipótesis que sostengo es que no es solo una moda, sino una forma de entender lo que es y será la sociedad del mañana, casi totalmente intervenida por el mundo digital. Esto obliga a introducir la inteligencia artificial en los procesos educativos de manera profunda y estructural desde muy temprana edad. Así de sencillo.
China, desde hace años, incorporó la IA a la educación.
Una cuestión de intelección: ¿cómo es la educación formal en China?
- Educación preescolar: opcional, para niños de 3 a 6 años. No es gratuita, pero existen subsidios estatales. Su objetivo es el desarrollo integral de habilidades básicas, sociales y emocionales.
- Educación primaria: obligatoria y gratuita, de seis años de duración (de 6 a 12 años). Se centra en materias fundamentales como matemáticas, lengua china, ciencias, educación física, música, arte y, en la mayoría de las escuelas, inglés.
- Educación secundaria básica: También obligatoria y gratuita, dura tres años (de 12 a 15 años). Profundiza en materias fundamentales y ofrece algunas optativas.
- Educación secundaria superior: No es obligatoria y abarca otros tres años (de 15 a 18 años). Se divide en modalidad académica (prepara para la universidad) y profesional (formación técnica y vocacional).
- Educación terciaria: Incluye universidades y colegios profesionales, con programas que van desde diplomas hasta doctorados. El acceso está determinado por el Gaokao, el exigente examen nacional de ingreso universitario.
Tres detalles de contexto claves e importantes: uno, en el marco de la Revolución Cultural china, particularmente entre 1966 y 1970, las instituciones educativas superiores permanecieron prácticamente clausuradas, y los académicos, profesores y administrativos fueron purgados, acusados de “revisionismo y contrarrevolucionarios”.
Dos, fue hasta los años 1970-1976, que las universidades reabrieron las universidades, con criterios sumamente sesgados y doctrinarios en la elección del nuevo ingreso, generándose una generación perdida, perdida académicamente y fuera de los parámetros propios de la academia.
Es interesante lo que sucedió después. Deng Xiaoping, quien fue purgado por Mao Zedong durante la Revolución Cultural y rehabilitado como viceprimer ministro en 1977, decidió dar prioridad a la educación y eliminar su ideologización, aunque sin dejar de lado el partido. Retomó una tradición milenaria y reinstauró los exámenes nacionales de acceso a los estudios superiores, reemplazando los criterios ideológicos por méritos. En 1977, un poco más de 5.7 millones de aspirantes compitieron en el Gaokao por 273 mil plazas universitarias.
Y tres, una tremenda novedad, según informó Eduardo José Tatton III, gerente de comunicaciones creativas en SUNY Westchester Community College el pasado 7 de abril confirmó una decisión realmente novedosa, a partir del 1 de septiembre de este año 2025, los estudiantes de todos los niveles, incluidos los de primer grado, recibirán un mínimo de ocho horas de educación sobre inteligencia artificial.
El plan es escalonado: comienza con la introducción a los conceptos básicos en la escuela primaria y secundaria, sigue con aplicaciones prácticas de inteligencia artificial y culmina en el preuniversitario, donde se mezcla innovación con más casos reales desde la inteligencia artificial.
Las escuelas pueden adaptar el currículo, enseñando IA como una materia propia o integrándola en la ciencia y la tecnología.
Dicho en pocas palabras, hay que entender el pasado milenario de China; se trata de una cultura milenaria. Es un hecho que marca de una u otra manera el carácter político partidario y doctrinario de la sociedad china, incluido un período sumamente duro y difícil como lo fue la instauración de China comunista y la revolución cultural. Sin embargo, y no obstante esta realidad, han sido capaces de entender y comprender el papel de la tecnología y de la inteligencia artificial como herramientas claves y decisivas para el desarrollo de China y sus habitantes.
Avancemos, enfaticemos algunos puntos: la integración de la inteligencia artificial en el sistema educativo chino es escalonada e integral; incluye primaria y secundaria, educación superior y educación cívica, así como las diversas áreas del conocimiento.

La transformación tecnológica, la IA y la innovación son estratégicos para el estado chino, como también lo son la disciplina y el rigor doctrinario. Digámoslo como es, sin ambages de ningún tipo: el sistema educativo chino es jerárquico, riguroso y altamente competitivo, con una clara orientación hacia la excelencia académica y la disciplina; eso sí, con un tremendo sesgo ideológico propio de un régimen político socialista, bajo la dirección del Partido Comunista.
Este matiz ha permitido que, en los últimos años, China integre de manera decidida la tecnología en la educación. Destacan la IA, la programación y la robótica como ejes fundamentales desde edades tempranas; esta transformación busca posicionar al país como líder global en innovación educativa, aunque plantea nuevos retos en términos de bienestar estudiantil y privacidad. Por otro lado, una sociedad altamente controlada y disciplinada en torno al poder doctrinario del Partido Comunista.
Entender ambas dimensiones explica de alguna manera el auge actual de China y su pelea directa con Estados Unidos por el liderazgo y la hegemonía mundial. Este es el contexto clave, ahora veamos cómo se hace.
El Ministerio de Educación de China hace un esfuerzo significativo para incorporar la IA en la educación básica y se remonta a un trabajo de más de una década y que va desde lo municipal a lo nacional; me explico.
Los esfuerzos se remontan a 2013. Primero, incorporaron un pensamiento de innovación, introdujeron el uso de las nuevas tecnologías de la información, reformaron y actualizaron los planes curriculares para incluir habilidades tecnológicas.
Y lo hicieron en todo el sistema educativo e incluyendo todo el país, incluso llegando a los lugares más apartados de la China continental: superpoblada, agrícola, citadina y moderna. El Ministerio de Educación actuó, pero también las estructuras municipales; esto es clave.
Desde hace más de una década, las reformas buscan fomentar habilidades críticas y creativas esenciales en la era digital, familiarizando a los estudiantes con la tecnología. Esto ha permitido dar un paso con más suavidad con la inteligencia artificial.
Aquí hay un punto sumamente interesante: no solo se trata de conocer e incorporar las herramientas de inteligencia artificial, sino también de darles sentido y entender la lógica de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial en la sociedad actual y futura. No basta con conocerlas y usarlas de manera mecánica y artificiosa.
Por eso, un curso específico sobre IA en las escuelas elementales y secundarias abarca desde conceptos básicos hasta aplicaciones prácticas. Los cursos incluyen temas como el desarrollo histórico de la IA, los principios de los algoritmos de IA y la creación de aplicaciones básicas de tecnología inteligente.
Quizá una de las cuestiones más interesantes, como mencioné antes, es que la IA forma parte de un enfoque pedagógico interdisciplinario. Este enfoque integra las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas para preparar a los estudiantes a enfrentar los desafíos del mundo moderno mediante un aprendizaje activo y aplicado a situaciones reales.
Es lo que conocemos como el sistema STEM, un método que pretende desarrollar habilidades críticas como el pensamiento lógico, la resolución de problemas, la creatividad, el trabajo en equipo y la innovación. Es un método que combina diferentes disciplinas y se centra en aprender a través de proyectos. Este enfoque ayuda a desarrollar habilidades como el pensamiento crítico, la innovación y la creatividad. Se utiliza la tecnología adecuada en un ambiente donde todos son incluidos y tratados de manera justa y equitativa.
En universidades de todo el país se han establecido al menos 32 facultades de IA hasta mayo de 2018. Las facultades ofrecen programas de licenciatura, maestría y doctorado en inteligencia artificial, con un enfoque en la formación de profesionales para integrar la IA en diversas disciplinas.
El Estado promueve la colaboración entre universidades, instituciones de investigación y empresas tecnológicas. Se fomenta la creación de programas de estudio que combinan la inteligencia artificial con otros campos como las matemáticas, la biología, la sociología y el derecho, conocidos como «AI + X». También se capacita a profesionales en otras áreas para que comprendan y utilicen la IA en sus respectivos campos, además de formar especialistas en IA.
El gobierno chino, por ejemplo, impulsa a nivel nacional el talento en IA mediante el “Plan de Acción para la Innovación en IA en Universidades” y la “Estrategia Nacional para el Desarrollo de la IA”. Promueve la creación de al menos 100 licenciaturas que combinan inteligencia artificial con otras disciplinas. El objetivo es preparar a los estudiantes para resolver problemas complejos y fomentar la innovación en distintos campos del saber. Ojo con esto.
Universidades como Tsinghua, Nanjing, Jiaotong de Beijing y otras han establecido institutos y departamentos específicos de IA, así como nuevas carreras y programas de investigación interdisciplinaria. https://www.revistaeyn.com/tecnologia-cultura-digital/china-ya-trabaja-en-la-inteligencia-artificial-LTEN1194087

Otro punto sumamente cautivador, y que los europeos también lo desarrollan desde hace años, es la popularización en el uso de las nuevas tecnologías, incluida la inteligencia artificial; se trata de impulsar un concepto mucho más amplio como lo es la alfabetización digital.
El gobierno chino ha lanzado iniciativas para aumentar la conciencia sobre la IA; el uso de tecnologías de IA en museos y exposiciones científicas, programas de educación científica y plataformas nacionales de innovación son algunas de las iniciativas implementadas.
Las gigantescas empresas tecnológicas chinas, como Baidu, Tencent y Alibaba, están creando plataformas de desarrollo de IA accesibles al público. Además, organizan competencias de IA y eventos de divulgación científica, lo que les permite desempeñar un papel crucial en estas iniciativas.
Preparar a la población para los desafíos y oportunidades de la inteligencia artificial y fomentar una cultura de aprendizaje continuo es una tarea que trasciende las aulas de la educación formal.
Tratando de ir cerrando, los pilares que identificamos en este proceso son los siguientes;
- Inversión estatal: El gobierno y autoridades educativas financian proyectos de big data, IA y realidad virtual, incentivando a escuelas a adoptar tecnologías educativas avanzadas.
- Innovación en el aula: Se han implementado dispositivos como diademas que miden la concentración de los estudiantes y cámaras con reconocimiento facial para monitorear el comportamiento y la participación. Esto permite ofrecer una retroalimentación instantánea y personalizada.
- Presencia de startups: El sector privado impulsa la formación en nuevas tecnologías, con startups que ofrecen herramientas, cursos presenciales y online, y plataformas de aprendizaje adaptativo basadas en IA.
- Educación en programación y robótica: Desde primaria y secundaria, proliferan cursos y asignaturas de programación, robótica, IA, internet de las cosas, drones y exploración espacial. Muchas escuelas ofrecen optativas tecnológicas y colaboran con plataformas online y MOOCs.
Sí, los chinos andan en esto también; más bien andan en todo. Utilizan los MOOCs (Massive Online Open Courses, o Cursos Online Masivos y Abiertos), que son cursos a distancia ofrecidos en internet, accesibles para cualquier persona sin límite de participantes.
Estos cursos combinan materiales tradicionales como vídeos, lecturas y cuestionarios con foros interactivos que fomentan la comunidad entre estudiantes y profesores. Los MOOCs permiten el aprendizaje flexible, ya que los participantes pueden acceder desde cualquier lugar y avanzar a su propio ritmo, incluso sin conexión permanente. Son gratuitos en su mayoría, aunque a menudo ofrecen certificaciones oficiales a bajo costo para quienes completan el curso.
Sí, ya sé, y como en todas las cuestiones relacionadas con educación, y en general con el quehacer social, hay ventajas y desafíos: Las tecnologías permiten identificar áreas de mejora, personalizar el aprendizaje y aumentar la eficiencia docente. Sin embargo, existen preocupaciones sobre la privacidad, la presión emocional y la protección de datos de los estudiantes.
Y en el caso de China no podemos dejar de lado la cuestión ideológica, que se muestra en las herramientas de inteligencia artificial, con un sesgo ideológico que no podemos negar y que depende de un superestado dirigido por el PC chino.
Ahora bien, no me cabe la menor duda de que la IA está revolucionando la educación en China al mejorar la personalización, la eficiencia y la innovación en el aprendizaje. Sin embargo, estos avances presentan desafíos significativos en cuanto a privacidad, presión emocional y ética, que necesitan atención y reglas para asegurar un desarrollo seguro y equilibrado de la educación digital.
Para concluir esta nota, China está trabajando de manera planificada en crear una generación que controle la IA. Esto se logrará con habilidades técnicas, una mentalidad innovadora y una conciencia ética en un Estado muy controlado bajo el liderazgo del partido comunista. Este partido aparentemente reconoce y aplica las ventajas de la IA.
Un punto importante, no voy a entrar a la discusión sobre si la exposición temprana a la IA en la niñez genera fluidez tecnológica a largo plazo o si es dañina para el desarrollo emocional. Lo que sí puedo decir es que prepara a los estudiantes para los desafíos del mundo digital un plan de estudios escalable.
Además, se incorporan dos dimensiones fundamentales y claves, como son la innovación y la ética, que, junto con el pensamiento crítico, deben iniciarse desde temprana edad, no en la universidad.
Les presento una serie de links que sustentan este trabajo, así como muestran las políticas y estrategias chinas en relación con la inteligencia artificial; revísenlas que son sumamente interesantes.
https://www.udlap.mx/ia/articulos/IA-en-la-educacion-USA-vs-China.aspx

