Depresión: la historia de Manuel

Una enfermedad que trae tristeza y desilusión; la persona que la padece no siente deseos hacia la vida y todo lo encuentra perdido. Aquí te hablaremos un poco sobre la depresión y la historia real de Manuel, un joven que lucha contra la misma.

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Banco de imágenes con licencia ECC.

Por Jorge Manuel Pania Herrera

La pandemia de COVID-19 nos recordó lo difícil que es vivir con depresión, no solo porque aquellos que la padecían vieron agravados sus síntomas, sino también porque personas que no la tenían comenzaron a desarrollar esta condición. Unido a esto, muchas familias vivieron de primera mano el sufrimiento de algunas personas que la padecen y con quienes tuvieron que compartir la vida cotidiana bajo el mismo techo.

Datos de la Encuesta Nacional de Salud Mental de El Salvador del año 2022 muestran que el 29.5% de los adolescentes encuestados entre 13 y 17 años presentaron síntomas elevados de depresión.

El tema de salud mental lamentablemente sigue siendo difícil, complejo, estigmatizante y muchas veces “vergonzoso” de abordar en público. A veces se minimizan las enfermedades, como la depresión, con frases como: “ya se le pasará”, “solo está llamando la atención”, “qué llorón”, “en mi tiempo solo le pegabas con el cincho y ya…” y un largo etcétera.

El doctor Jesús Villacorta, coordinador de la clínica de asistencia psicológica de la Universidad Dr. José Matías Delgado, nos concedió una entrevista para hablar y profundizar sobre el tema.

El profesional define a la depresión así: “Es un estado de ánimo donde la persona pierde el deseo de vivir, se desmotiva, no le agrada nada. Hay una tristeza perenne, las energías bajan. La depresión es un estado de ánimo donde la persona tiende a abandonarse a sí misma”.

¿Cómo se origina la depresión?

Según la Asociación Americana de Psicología (APA por sus siglas en inglés), “La depresión es provocada por una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos, sociales y ambientales. Las personas con historia familiar de depresión, así como las que sufren enfermedades severas como enfermedad del corazón o cáncer, corren mayor riesgo de depresión. Asimismo, los cambios importantes en la vida, el trauma y el estrés también pueden dar como resultado un episodio depresivo, aunque algunos de estos pueden producirse sin ninguna causa externa obvia”.

Para el experto, existen diferentes causas que pueden generar una depresión. Por ejemplo: un divorcio, la pérdida de un ser querido, una crisis económica, un abuso sexual, e, incluso algunas medicinas. Son situaciones a las cuales hay que prestarles atención y llevar el acompañamiento necesario.

También habla de otras enfermedades mentales que pueden provocar depresión. “Hay gente que tiene tendencias autodestructivas, y hay enfermedades externas que causan la depresión”, comenta el médico, y pone como ejemplo a las personas con trastorno bipolar que presentan depresión y manías, lo que afecta sus emociones.

Por otra parte, el psicólogo afirma que hay diferentes tipos de depresión, algunas más leves, y otras, severas, que pueden incluso llevar a la muerte a quienes las padecen.

En términos generales, se pueden clasificar así: La depresión mayor es aquella que no surge por factores externos, salvo el caso de las estaciones del año, pero se manifiesta más por factores genéticos o biológicos. La depresión reactiva, en cambio, es ocasionada por situaciones o ambientes llenos de estrés, ya sea en el trabajo, la familia u otra situación.

Mientras tanto, la depresión distimia se caracteriza por tener menor influencia mental que las demás, pero evoluciona de forma crónica sin manifestar síntomas por un período (dos años más o menos), pero comienza a manifestarse con sentimientos de culpa e incapacidad. Esta depresión suele surgir a raíz de problemas de conducta individual y estrés prolongado.

Además, el doctor menciona que también pueden existir personas que escondan su depresión, presentándose como personas con apariencia “normal” ante los demás, pero al encontrarse de nuevo consigo mismos pueden manifestar la depresión y sus efectos en el individuo. Esta es la depresión enmascarada. Las personas que la padecen no manifiestan los síntomas antes mencionados, sino que sufren molestias orgánicas o cambios de conducta repentinos.

Síntomas de depresión

Para el doctor Jesús Villacorta, existen indicios físicos que se pueden detectar en una persona que padece depresión, los cuales pueden ser: pérdida de peso, ya que la persona pierde el apetito; falta de interés por el aseo personal o el descuido de la imagen, etc.

Otros síntomas según la APA son:

• Tristeza prolongada o sensación de vacío

• Sentimientos de desamparo o desesperanza

• Sentimientos de culpabilidad o inutilidad

• Enojo e irritabilidad

• Inquietud

• Dificultad para concentrarse

• Fatiga

• Cambios en los patrones del sueño

• Cambios de apetito

• Dolor crónico, dolores de cabeza o de estómago

• Pérdida de interés en las actividades que realiza

• Alejamiento de familiares y amigos

• Pensamientos acerca de la muerte o pensamientos suicidas

Ante esto, el doctor Jesús recomienda que la persona debe aprender a valorarse a sí misma, a tener autoestima, a sentirse satisfecha consigo misma y, si es necesario, buscar ayuda profesional para tratar estos síntomas.

La historia de Manuel

Manuel es un joven de 26 años de edad residente del municipio de Santa Tecla. Él es un joven que desde hace varios años ha sufrido de depresión y nos ha permitido conocer un poco de lo que implica vivir con dicha enfermedad.

Cuando le preguntamos sobre los síntomas que siente al vivir con la depresión, dice que “es complicado porque tengo sentimientos de culpa hacia mí mismo. Pienso cómo actuaría mi familia, amigos y demás compañeros de la universidad en la que estudio si llegara a suicidarme. En otras ocasiones, pienso que no merezco haber nacido en este mundo y que el mundo estaría bien sin mí”. De igual manera, expresa sentirse solo.

Esta es su historia a manera de testimonial:

“Soy Manuel, tengo 26 años de edad, y actualmente soy estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Dr. José Matías Delgado. Desde que nací, tuve problemas de salud, y el que más destaca son los problemas de la vista, ya que nací con cataratas en los ojos. Gracias a esta enfermedad fui casi víctima de experimentos médicos, ya que fui sometido a cirugías nueve veces (la última operación fue a los seis años de edad). Otra enfermedad que no se me nota mucho, pero está presente, es la baja audición. Al padecer de la vista, tenía que sentarme al frente de la pizarra, lo cual todavía lo hago en las clases en la U. El sentirme diferente fue lo que me marcó. El hecho de verme no normal ante los demás era mi mayor queja de la vida.

Durante mi infancia me costó mucho relacionarme con las demás personas, sobre todo con niños de mi misma edad, y ellos a su vez no querían ser mis amigos. Sufrí mucha discriminación por parte de mis compañeros de clase. Siempre sufrí de soledad y sentía que mi mente no “maduraba” del todo con mis compañeros, y eso me hacía sentirme muy diferente a los demás. Por si fuera poco, en mi casa no tenía más hermanos, y apenas jugaba con otros niños que vivían en el mismo pasaje.

En mi familia siempre me llevé mejor con mi mamá que con mi papá, aunque la verdad ellos no siempre se han llevado bien. Peleaban mucho y mi papá era muy estricto conmigo. Me pegaba en muchas ocasiones cuando me equivocaba en matemáticas y en inglés (pero era más fuerte en matemáticas), y eso desarrolló en mí un miedo a las matemáticas. No solo me pegaba, sino que también me insultaba y trataba de la misma forma a mi mamá con insultos y gritos. Eso desarrolló en mí sentimientos de culpa: culpa de haber nacido, culpa de que soy un estorbo en sus vidas y en las vidas de los demás. En mi casa siempre me culpaban por el error más pequeño que cometiera, y mi familia vivía en un ambiente muy hostil todo el tiempo. Mi papá siempre se peleaba con mi mamá porque él es muy holgazán y desorganizado. No ayudaba mucho en la casa y me insultaba todo el tiempo. Mi mamá, en cambio, siempre me defendía.

Hubo días felices con mi familia, y como repito… Me llevo mejor con mi mamá que con mi papá. Considero que todos estos problemas antes mencionados lograron dejar en mí los síntomas de la depresión, pues ya he tenido sentimientos de muerte, de culpa, tristeza prolongada. Además, en algunos momentos dentro de la universidad he tenido que pasar por estrés y situaciones muy pesadas para mí, que empeoran la situación.

Actualmente sigo lidiando con la depresión. No es fácil, pero se puede lograr. Estuve en tratamiento anteriormente, pero sé que debo volver a recibirlo más adelante. Tengo mi cabeza llena de sueños que espero cumplir y salir adelante. Gracias a Dios, he superado muchas cosas, aunque hay otras que aún faltan por superar. Esta es mi historia y espero que les ayude mucho”.

Manuel también concluye que la depresión debe combatirse y que quien la padece debe buscar apoyo profesional. Además, la familia debe ser un aliado y no minimizar sus problemas o tomar por burla sus sentimientos. No olvidemos que la depresión tiene graves consecuencias si no se atiende a tiempo. Estar triste o con bajo estado de ánimo no es suficiente para decir que estás deprimido, pues debes acudir a un diagnóstico con un médico o profesional en salud mental si sientes que hay algo que no está bien.

NOTA: El autor de este artículo también padece dicha enfermedad, por lo cual menciona que recomienda que la enfermedad no sea tomada como un juego o broma. Se debe acudir a una ayuda profesional y buscar siempre la amistad desinteresada y mantener la mente ocupada. También es importante que las personas estén alertas ante alguien que la padezca, apoyarlo y hacerle compañía.