Ciudades Sostenibles: el camino para un desarrollo verde

Exploramos los desafíos que enfrentan las ciudades del mundo y en especial las de los países en vías de desarrollo en su camino hacia la sostenibilidad. Desde la gestión de recursos hasta la equidad urbana, examinamos cómo estas ciudades enfrentan y buscan superar los obstáculos para construir un mejor futuro.

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Foto de internet

-Melvin Artiga

Exploramos los desafíos que enfrentan las ciudades del mundo y en especial las de los países en vías de desarrollo en su camino hacia la sostenibilidad. Desde la gestión de recursos hasta la equidad urbana, examinamos cómo estas ciudades enfrentan y buscan superar los obstáculos para construir un mejor futuro.

Una ciudad sustentable se divide en tres pilares, según el reporte Bruntland, por la ex primera Ministra, Gro Harlem Brundtland “Nuestro futuro Común” de 1987, el cual consiste en las metas de desarrollo sostenible adoptadas por la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Los pilares son: el social, que mide el bienestar de la comunidad o la calidad de vida de los ciudadanos, el segundo es el ambiental, que concierne a las áreas de esparcimiento, vegetación, opciones de movilidad y transporte, tratamiento de desechos y energías limpias, y el tercero es el económico, una ciudad que ofrezca oportunidades para trabajar y emprender, donde los negocios y actividades económicas tengan beneficios constantes para mantener el sustento de sus habitantes.

Lamentablemente, las ciudades del mundo parecen cada vez más junglas de cemento. A medida que la población crece se necesitan más parqueos, más casas, más centros de comercio, y por ende, crece el tráfico, la contaminación del aire, la tala de árboles y la disminución de las zonas verdes.

Puestos en contexto, ¿es posible el crecimiento sustentable de las ciudades sin necesidad de sacrificar los espacios verdes y sin sacrificar nuestro futuro?

Capital Verde Europea 2024. Valencia, España. / Onda Cero.

La respuesta corta es, SÍ, se puede crecer sin sacrificar el futuro verde.

La verdadera pregunta es ¿Cómo lograrlo?…

Tomando el primer y segundo pilar, social y ambiental respectivamente según la Organización Mundial para la Salud (OMS), una ciudad donde la población convive y se desarrolla con espacios verdes, sufre menos de ansiedad, depresión, enfermedades cardiovasculares y menos desplazados internos. 

La actividad física juega un papel importante, para desarrollar actividades al aire libre como caminar por el parque, avenidas arboladas para el correr, pasear a las mascotas, andar en bicicleta, y plazas con un ambiente ameno para la socialización entre los ciudadanos. 

VIDEO – La gran apuesta de Japón por crear ciudades sostenibles / Euronews, 2021.

Para que esto suceda, debe de haber una buena dinámica social que involucra su desempeño en ámbitos sociales, culturales y políticos, que brinden una calidad de vida aceptable a sus ciudadanos, y que se sostengan del tercer pilar, el económico, con una sociedad que disfrute de oportunidades para ganarse la vida,  trabajando y emprendiendo.

Una ciudad sostenible es el ideal a desarrollar para una vida sana, digna y feliz de sus habitantes con el mínimo costo ambiental, pero, por diversos factores, no es la norma en todo el mundo. 

Las ciudades son el hogar de más de la mitad de la población mundial, y también son según ONU-Hábitat, responsables del 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, contribuyentes al cambio climático del que tanto sufrimos hoy, con las altas temperaturas y mala calidad de aire.

“Aumentar el número y la calidad de espacios verdes puede mitigar los contaminantes climáticos de corta vida que producen un fuerte efecto de calentamiento global”, explica Nathalie Robbel, oficial técnica del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS.

Diversas ciudades en el mundo han logrado llevar a sus ciudadanos un equilibrio entre el trabajo, estudio y esparcimiento. Copenhague, Singapur, Tokio, Zurich, Valencia, Oslo, San Francisco, Montevideo, son algunas de las ciudades que han logrado grandes avances, no solo en el hecho que más del 75% de sus habitantes viven a menos de 300 metros de áreas urbanas verdes y vías para la movilidad y esparcimiento, sino también en la diversidad de transporte público, procesamiento de los residuos y transición energética a combustibles provenientes de fuentes renovables, creando así verdaderas ciudades sostenibles.

El lado oscuro: los retos de las ciudades sostenibles en el sur global

En el sur global (países en vías de desarrollo) la falta de planificación urbana, el desplazamiento forzado, los alquileres altos, la búsqueda de oportunidades en los centros económicos, y en general, el subdesarrollo y falta de inversión del estado, lleva a que gran parte de la población mundial no goce de un nivel de vida digno para la sana convivencia, ni oportunidades para generar una ciudad sostenible.

Factores como la concentración de personas cerca de los centros económicos y políticos del país hacen que las rentas suban a las nubes y ante la poca oferta de viviendas asequibles las personas con menos recursos que necesitan trabajar cerca de la urbe, construyen viviendas precarias y no autorizadas cerca de la ciudad o en su periferia. 

Varias ciudades de países en vías de desarrollo han languidecido en su intento de ser un buen lugar para vivir, puesto que la desigualdad entre clases sociales es muy marcada.

Rio de Janeiro, Rocinha, Brasil / Jornal O Globo.

Ciudades donde el control del estado es bajo o nulo por la corrupción de sus instituciones y la delincuencia que restringe el libre tránsito, como en las conocidas favelas de Río de Janeiro, en Brasil o barrios pobres en todas las capitales y ciudades grandes de Latinoamérica, Asia y África, donde servicios básicos como el agua, la luz, saneamiento y transporte es esporádico o de mala calidad, es casi imposible lograr una ciudad sostenible al no cumplir con ningun parametro para el bienestar de sus habitantes o el medio ambiente. 

El abandono por parte del Estado, fomenta el crecimiento de hogares de alto riesgo a desastres naturales, y se potencian los focos de criminalidad. 

Esto forma el siguiente problema, la creación de zonas verdes y lugares de sano esparcimiento privados, solo para los que pueden pagarlo.

Ciudades cerradas, ¿solución verde o crecimiento de la desigualdad?

Sonia Roitman, Sociologa y experta en desarrollo urbano de la Universidad de Queensland, Australia y el University College London, en Reino Unido, ha dedicado buena parte de su vida en su investigación de porqué los barrios cerrados son una solución a medias. Estos modelos surgieron en los años 50s en EE.UU con las famosas “gated communities” o comunidades cerradas, que buscaban crear un lugar seguro de las contaminadas y populosas ciudades como Nueva York. 

Este modelo se ha replicado en todo el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo, donde las áreas urbanas suelen ser muy concentradas, sin áreas de esparcimiento, vías congestionadas y niveles de delincuencia altos.

Los barrios cerrados son desarrollados por las empresas privadas que buscan clientes que estén dispuestos a pagar por inmuebles  que ofrecen amenidades como parques, jardines, piscinas, zonas de deporte y eventos, pero sobre todo, que paguen por la vigilancia y la exclusividad que aportan al que adquiera una propiedad. 

El gobierno o municipalidad vende permisos de construcción a las empresas inmobiliarias y se desligan de proveer la seguridad, mantenimiento y zonas verdes que posteriormente, la empresa desarrollará. Estas prestaciones se vuelven una cosa de pocos cuando debería ser lo común para la sociedad y su sano crecimiento.

“Por otra parte, los barrios cerrados generalmente se encuentran ubicados cerca de vías rápidas de circulación para facilitar el desplazamiento desde el lugar de residencia hacia las áreas centrales de la ciudad donde se desarrollan las actividades cotidianas. Asimismo, al estar localizados en zonas periféricas de la ciudad, en muchas ocasiones, los barrios cerrados se encuentran cerca de villas inestables, lo que hace que los contrastes sociales se tornan más evidentes”, comentó Sonia Roitman en su entrevista con Tomorrow City, el portal dedicado a las ciudades del futuro y su innovación. 

Ante este panorama, es muy fácil culpar al gobierno de turno, quienes tienen el deber y los recursos para poner orden y abastecer a las comunidades de las ciudades  con los servicios básicos y seguridad (como debe ser). Pero cuando el estado abandona, dentro de los mismos ciudadanos, nosotros, debe de existir la chispa para generar un cambio a mejor. 

Según Fabio Marquez, licenciado en Diseño del Paisaje por la Universidad del Museo Social Argentino, una ciudad verde y próspera no puede ser si no se involucra su aspecto más importante, la voluntad de la gente, según sus palabras “Tenés que involucrar a la sociedad porque el espacio público es el que luego usará la gente y tiene que recibirlo con un nivel de vínculo colectivo” refiriéndose a la relevancia y necesidad del diseño participativo.

“Las personas van a ser los guardianes de ese lugar. El sentido de pertenencia se tiene que cultivar desde las bases”, subrayó Candelaria Mas Pohmajevic, arquitecta en diseño urbano de la Universidad de Columbia en el artículo del periódico digital Argentino, Chequeado, sobre el diseño urbano verde y sostenible y cómo estos se podrían mejorar. Candelaria agrega, que esa participación puede darse a través de encuestas, charlas o ejercicios de aporte de ideas.

Ciudades Sostenibles del mundo: ¿Qué son?, ¿Cómo se construyen? Apréndelo aquí / B.C. 2023
Un ejemplo de cambio desde la gente en América Latina: 

Medellín, Comuna 13, Colombia. 

Medellín, y en especial, la Comuna 13, fue una vez bautizada como la capital de los homicidios en los 90s, impulsado por la guerrilla, el paramilitarismo, la guerra contra el narco, los robos, su complicada ubicación en las alturas y la corrupción.

Hoy, es conocida por su ambiente urbano, las danzas, el arte gráfico, comercios, el desarrollo de su transporte y áreas verdes.

A inicios del siglo, las heridas de tantos problemas dieron paso a que sus habitantes dijeran un basta a tantos problemas. 

Apartir de eso, además de la acción comunitaria colaborativa, el estado ha iniciado varios proyectos importantes en los últimos años. Estos han ayudado a mejorar la forma de vida de los lugareños y reducir el nivel de criminalidad.

Se ha constituido una comisión para generar procesos artísticos y culturales que preserven la historia y la realidad actual de la Comuna 13 de Medellín. Se busca profundizar el mandato de la Comisión de la Verdad, en un ejercicio que integre la memoria, el turismo y la transformación social, además de utilizar el arte como herramienta de transformación, dar voz a las víctimas, honrarlas e incluir su historia. en la verdad del conflicto armado y las operaciones militares realizadas en la Comuna 13.  

En estos últimos años, la Comuna 13 por su actividad cultural e historia, ha hecho que turistas de todo el mundo visiten sus calles, y debido a su dificultad de acceso al ser una zona en las alturas, proyectos municipales con iniciativa de la población civil y capital privado, se ha optado por utilizar medios de transporte como el teleférico, escaleras eléctricas, metro o autobús, que sorprendentemente funcionan con un  63,7% de energías renovables,  provenientes de centrales hidroeléctricas en Medellín, según cifras de ENEL (Ente nacional para la energía eléctrica) Colombia.

El Salvador, sus dificultades y potencial en su desarrollo sostenible. 

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Consejo Nacional para el Desarrollo Sostenible (CNDS), presidido por la Vicepresidencia de la República a cargo de el Vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, firmaron un Memorando de Entendimiento para fortalecer la continuidad, seguimiento y evaluación del avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) proyecto que inició en 2016. Este Memorando de Entendimiento fue firmado en junio de 2023.

En un país donde la densidad poblacional promedio es de 313 hab./km2, la población rural es de 60.2% de la población total y el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) que es el centro político, financiero, económico y cultural del país, apenas concentra 1.7 millones de personas, pero el 70% de la inversión pública y privada se invierte en un área que apenas representa el 3% del territorio nacional.

La situación de la población rural no es la óptima, teniendo problemas de accesibilidad a transporte y largas distancias a centros médicos y educativos. Es en estos lugares donde la emigración ha sido alta desde la guerra civil por la falta de oportunidades, criminalidad y el alto coste de vida.

Desde el final del conflicto hay avances. Según el Informe Final “Proyecto Ciudades Sostenibles: Área Metropolitana de San Salvador” desarrollado por el PNUD en 2022, los programas sociales han contribuido a combatir los niveles de pobreza del 39.9%, en 2008,  al 29.2% en 2017; mientras que la pobreza extrema se redujo del 12.4% al 6.2%. 

También se ha logrado un progreso significativo en el acceso al agua potable, de 79% en  1990 a 88.3% en 2016 y saneamiento mejorado.

El Salvador, gracias a su posición geográfica, logra aprovechar diferentes fuentes de energía, como la hidroeléctrica, de las presas de agua; la geotérmica, que se extrae del subsuelo por la abundante cadena de volcanes presentes, y la energía fotovoltaica, proveniente de paneles solares.  

En un artículo para Forbes, Centroamérica, El Director General de Energía, Hidrocarburos y Minas (DGEHM) de El Salvador, Daniel Alvarez, comunicó que desde 2020 gracias a las inversiones del gobierno y empresas privadas, el país se ha posicionado como un exportador de energía limpia en la región Centroamericana, brindando empleos y nuevas oportunidades de negocios.

Central Geotérmica de Ahuachapán, fuente de energía renovable y limpia. Foto tomada de IRENA (International Renewable Energy Agency).

Según los datos del Banco Central de Reserva (BCR), solo en 2022, el sector energético creció un 14.4%, mientras que las exportaciones de energía reportaron un crecimiento de 1,860%, es decir, satisfaciendo la demanda interna y la energía de países vecinos en Centroamérica.

El Salvador en conjunto,  necesita trabajar mano a mano con la empresa privada y organizaciones como el PNUD para superar los retos sociales, y llevar la inversión a distintos lugares del país, puesto que en poco tiempo ha mostrado su potencial energético y esto, puede ayudar a evitar más concentración de personas que tengan que desplazarse internamente al AMSS, o emigrar a otros países en busca de una mejor calidad de vida y empleos dignos.

Vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, y la Representante Residente del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), Maribel Gutiérrez en Junio de 2023.

El futuro es algo que se construye juntos

Roma no se construyó en un día, el progreso requiere tiempo, metas, consistencia y sobre todo, voluntad, de todas las partes de la sociedad; y lo ideal, siempre será la coordinación Estado, empresa privada y ciudadanos. El Estado, para planificar y llevar a cabo los cambios necesarios en la ciudad. La empresa privada, para trabajar de manera incluyente proyectos propios que aporten valor y no excluyan a la mayoría de la población. Y finalmente, los ciudadanos, quienes tienen el poder de proponer los cambios que se desean y mantener dichas ciudades limpias y en orden, puesto que es del dinero que los ciudadanos y empresas contribuyen, de donde se crea todo lo que es “público” y sirve a todos y cada uno.