Space oditty, de David Bowie, fue la banda sonora al aluzinaje del Apolo 11, y la Luna se convirtió en la musa para los astros del rock y el pop
Por Paola Camilot / Agencias
Leí el artículo que publicó el periódico ABC.es sobre los hijos de la luna. Me encantó la prosa David Morán, que describe perfectamente «la puerta a las galaxias inexploradas y universos repletos de secretos, una exitación a la imaginación y una jugosa ristra de de metáforas y juegos de palabras», describe el periodista de cultura. En un primer vistazo, las listas musicales más sonadas en ese momento histórico fueron: Full moon fever, de Tom Petty; Moon River, de Mercer & Mancini; Luna de fuego, de los Gipsy Kings; Howling at the moon, de los Ramones; Hijo de la Luna, de Mecano; Child of the moon», de los Stones; Pink moon, de Nick Drake; Freezing moon, de los, nunca mejor dicho, lunáticos de Mayhem…
En Twitter, se manejó el hashtag #NASAMoonTunes para representar la mejor playlist que describiera aquel aluzinaje. La recepción de sugerencias fue realizada del 3 al 28 de junio. La dinámica en redes tuvo su impacto que, de acuerdo con la cuenta @ThirdRockRadio, un millón de sugerencias de canciones, que están publicadas ya en Spotify.