El director de Profile Media nos cuenta que el publicista del siglo XXI debe mantenerse a la vanguardia, estar conscientes de la competencia, adecuarse a los estándares y adaptarse a los cambios del mercado
Por Krissia Menjívar Tomás
Integridad, vanguardia y cercanía a la realidad. Esos son los valores que transmite la familia Lemus Simún en sus emprendimientos publicitarios. En esta ocasión, Christin Lemus Simín nos comenta cómo ha sido su «camino al andar» en el mundo de las comunicaciones. Él afirma que todo esfuerzo tiene su recompensa y, no cabe duda, que la constancia trae buenos resultados. Tu Espacio conversó con el creativo y destacó que todos debemos estar a la vanguardia tecnológica y de los gustos de los usuarios para conceptualizar campañas exitosas.
¿Cómo surgió su interés por dedicarse a la publicidad?
En 2011, estaba en Megavisión como jefe del departamento digital y decidí que era momento de hacer algo por mi cuenta. Empecé solo con una página de Facebook y mi celular, porque ni computadora propia había comprado. Así nació mi empresa que hacía perfiles de marca, que de acuerdo a la personalidad de las organizaciones se establecían los medios por donde debían comunicarse, de ahí el nombre Profile Media. Dependiendo de tu perfil ahí deberías estar, porque no todas las marcas son iguales.
¿Cuál es la campaña más reciente que ha dirigido?
“No todos los hombres son iguales” para Super Max Latinoamérica; en el lapso de 3 días tuvo más de 700 compartidos y era una contestación elegante a la campaña de Gillette.
¿Cómo surgen las ideas creativas? ¿Usted sigue algún método?
No tiene que haber distracciones para que pueda entrar en una modalidad creativa. En realidad, mucho viene de la información que recibo porque tengo que saber cuál es el propósito de la campaña, tengo que saber el presupuesto del cliente para no salir con algo que no pueda pagar, tengo que ver cuáles deberían ser los resultados y si es algo ejecutable. Si yo tengo todos esos elementos claros es mucho más fácil que puedan surgir las ideas. Para ser honesto, a veces necesito estar bajo presión para idear campañas creativas.
¿Cuál ha sido una de las mejores experiencias trabajando en publicidad?
Han existido bastantes, siempre es gratificante cuando ves que el cliente entiende la campaña y ves cómo cambia la cara y la expresión de que entendió el concepto en el momento en el que estabas explicando. Cuando uno está presentando esa es la mejor experiencia para mí. A mí me gusta no tanto el tema administrativo, aunque hay que hacerlo. La parte que más me gusta es la creación de campañas y ya cuando se presentan ver los rostros de ellos (clientes). Ver como se iluminan sus ojos con altas expectativas, con convencimiento, esa quizá es la mejor parte.
¿Cuáles son los principales retos de un publicista?
- Mantenerse a la vanguardia
- Estar bien consciente de la competencia
- Adecuarse a los estándares
- Adaptarse a los cambios del mercado de los clientes
Los clientes de antes (hace 20 años) no son los mismos clientes que están ahora, ni los mismos medios. Yo he visto cómo publicistas pueden haber crecido, pero se quedan estancados en lo mismo; aunque también he visto gente que salió después que yo salí, mucho más agresivos e intensos, con mucha energía e ideas frescas. Uno tiene que ser humilde y saber que siempre habrá gente más joven, con más hambre, deseo y capacidad. Las generaciones van cambiando; los jóvenes hoy vienen con chips que nosotros no traíamos, o que mis tíos no traían, o que mis abuelos no traían.
Si bien es cierto que mucho tiene que ver con disciplina, dedicación, con real deseo de aprender, hay cosas que hoy en día se van viendo, que son muy interesantes y vale la pena adecuarse y apartarse. La experiencia es lo que más me ha ayudado a mí a poder ofrecer y cerrar tratos en el momento, porque yo sé lo que valen las cosas, lo que implica crear las campañas y me es mucho más fácil decirles, bueno se tiene que hacer esto, o le puede costar tanto.
¿Cómo ha tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías?
Ha sido relativamente fácil, en parte se debe a los clientes, porque nosotros estamos tan enfocados en cómo hacer cosas nuevas, que nos olvidamos realmente de ver todos los canales que están saliendo. Cuando encuentro un tema que me gusta, una herramienta, una nueva tendencia me pongo a investigarla. Incluso mi hija me molesta porque ella no tenía tic-toc (aplicación de videos cortos) y yo sí, era mucho más millennial que ella; siempre me llama la atención estar conociendo. No se trata de hacer que la marca utilice todas las herramientas que van surgiendo, pero es bueno conocerlas porque uno nunca sabe en qué momento serán necesarios ofrecerles como parte de una estrategia.
¿Cuál es su consejo para los estudiantes de comunicaciones que quieren dedicarse a la publicidad?
Creo que lo más importante es tener una mente y un corazón dispuesto a todos los retos que tendrá la profesión, porque en la universidad no nos dicen no tantas veces como nos dicen afuera, en el campo. De 100 presentaciones que uno hace para vender una idea, 98 son nos, pero esas dos que fueron positivas, a veces pueden llegar a costear la operación diaria de una empresa. Si uno quiere meterse a esto debe estar preparado para todos esos desánimos que puedan llegar, porque al final surgirá una experiencia; puede ser rapidez de pensamiento, mejores campañas, mejores producciones, mejores textos, ideas innovadoras, ideas con criterio. Es un mundo bonito, no tiene horario. A veces se puede salir temprano a las 4 y a veces se pueden estar enviando cambios finales a las 5 de la mañana, pero es para gente que realmente le gusta crear, le gusta hacer cosas nuevas, producir, no es para las personas que quieren un trabajo normal.