El gigante de las redes sociales nació como experimento universitario, pero su evolución sigue en polémica al no definir su identidad como red social o mero canal de impacto publicitario
“Contenido publicado originalmente en Reason Why”
Retomado por Tu Espacio/ Agencias
Facebook, la mayor plataforma social a escala mundial y omnipresente en interacciones online, nació hace 15 años como un experimento universitario entre estudiantes de la Universidad de Harvard. Actualmente, cuenta con 2.320 millones de usuarios activos. Sus orígenes: Facemash, la red más primitiva y que fue lanzada en 2003 con la finalidad de que los universitarios utilizaran la fotografía como herramienta de socialización.
En 15 años, la compañía de Mark Zuckerberg apuesta por los cambios que afectan a otras redes sociales y a la generación de contenidos de marcas y usuarios. En ese contexto, el medio digital Reason Why entrevistó a José María Lamirán, director de Posgrados en Marketing digital y Big data de la Universidad Europea de Valencia sobre los giros de productos digitales en Facebook.
«(Facebook) se ha convertido en un mero canal de impacto publicitario donde las marcas están lanzando contenidos push continuamente», asevera Lamirán. Según el experto, las marcas ya no escuchan al usuario, sino que utilizan su información personal para la creación de contenido de «compra-venta» que responda a sus necesidades de forma inmediata, hablando en su propio lenguaje y recursos para que los mensajes sean más directos al inconsciente.
«Era una plataforma que te permitía contactar con tus amigos y conocidos. Pero, si no hablabas con esa persona con frecuencia, no te mostraba el contenido. Perdía todo el sentido de red social. Y como consecuencia se convirtió en un mero soporte publicitario que explica el descenso de actividad”, agrega Lamirán.
¿Cuál es el aporte de Facebook a la sociedad digital?
Según los datos más recientes de 2018, Facebook recibió alrededor del 20% de todos los ingresos por publicidad generados en internet en Estados Unidos, únicamente por detrás de Google. Solo dos años después de empezar a aceptar usuarios de fuera del ámbito educativo, la plataforma se convirtió en 2008 en la red social más usada del planeta. Tras cuatro años, en mayo de 2012, salió a la bolsa de Nueva York, en la que supuso la mayor oferta inicial de venta (IPO) jamás registrada hasta la fecha por una compañía de internet, consiguiendo 16.000 millones de dólares, que dieron a la empresa una cotización bursátil de 102.000 millones.
Durante los últimos años, Facebook sigue adaptándose a la revolución del teléfono móvil, de donde proceden 90% de sus ingresos por publicidad frente a una reducción de su uso en ordenadores. “Las marcas no quieren entrar en tu vida privada, aunque esa puede ser la percepción del usuario. Solo quieren optimizar los datos que tienen de ti como usuario para ofrecer una información más interesante y segmentada”, puntualiza Lamirán.
La crisis reciente del robo de datos personales deja también en pugna la doble moral del consumidor, pues un usuario receloso de su privacidad continúa exponiendo su vida. Realmente un consumidor contradictorio. «Hace falta la concienciación por parte de todas las partes: las redes, explicar para qué quieren ese dato. ¿Y el consumidor? Que quiera entenderlo”, señala el director de Posgrados en Marketing digital y Big data de la Universidad Europea de Valencia.
Reflexión: ¿Cuál es el futuro de las redes? Las redes sociales deben conceptualizarse como un modelo más transparente para los usuarios y las marcas, pues «se ha perdido la misión, el origen y el funcionamiento de una red social», dice Lamirán. La solución podría encontrarse con el replanteamiento de una serie de funcionalidades que permitan al usuario recuperar la confianza. Y, por supuesto, apostando por la transparencia en cuanto a la recopilación de datos del usuario.