
Por: María Fernanda Zeceña
El síndrome de Burnout Académico, también conocido como Burnout Universitario, ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una afección derivada del estrés crónico, presente no solo en el entorno laboral sino también en el educativo. Se caracteriza por un agotamiento físico, mental, emocional y cognitivo que afecta el rendimiento de los estudiantes expuestos a situaciones generadoras de estrés y carga académica excesiva.
Un estudio realizado por la Comisión Nacional de Bioética de México habla sobre el impacto del Burnout Universitario en el rendimiento académico y la salud mental de los estudiantes. Alejandro D. Dominguez Gonzalez, especialista en la salud mental universitaria de la Universidad Nacional de México, advierte que el Burnout Universitario no solo afecta el desempeño académico, sino que también trae consecuencias a largo plazo en la vida de los estudiantes. “El síndrome de Burnout desafía el bienestar de los estudiantes, con implicaciones preocupantes para la continuidad apropiada de su formación y futura práctica profesional”, explica el especialista. Si estos síntomas no son abordados a tiempo, el agotamiento y estrés crónico puede llegar a provocar problemas de depresión y ansiedad severa e incluso abandono de la carrera.
¿Cómo es el síndrome del Burnout en la salud?
El síndrome de Burnout es un estado crónico de agotamiento emocional, físico y cognitivo provocado por situaciones que generan estrés y que es causado por la sobrecarga de deberes y responsabilidades frente a las diversas exigencias y demandas a las que los estudiantes se ven sometidos en la universidad, ya sea actividades grupales, exámenes, tareas, trabajos, presentaciones, etc. Esta presión es ejercida bajo la concepción del “buen estudiante” que puede ser interpretado como aquel que logra destacarse y provoca una sobrecarga académica, llevándolo a sentir una sensación de estrés, culpa y cargas emocionales que dificultan realizar diversas actividades académicas de manera exitosa.
¿Cuáles son las principales causas del Burnout Universitario?
Es importante reconocer que el Burnout Universitario no aparece de repente. Es la respuesta de una acumulación de factores que perjudican la estabilidad física y emocional de los estudiantes. Algunas de sus principales causas pueden ser:
- Sobrecarga académica: Exceso de tareas, exámenes, trabajos grupales y jornadas de estudio largas pueden provocar un sentimiento de ahogamiento.
- Presión académica: Exigirse siempre obtener buenas calificaciones puede convertirse en una fuente de estrés continuo.
- Falta de descanso: Usualmente, las horas de sueño y recreación suelen ser sacrificadas por los estudiantes a favor de tener más horas de estudio, lo que perjudica la recuperación física y mental.
- Dificultad para gestionar el tiempo: A la mayoría de los estudiantes se les dificulta lograr un balance entre su vida personal, estudios y trabajo lo que puede ser un reto abrumador.
- Falta de apoyo emocional: La falta de redes de apoyo, ya sea amigos, familia o mentores puede provocar que los estudiantes se sientan aislados y desmotivados.
¿Cómo prevenir el Burnout Universitario?
El síndrome de Burnout es mucho más común de lo que parece y ante su creciente prevalencia es importante no solo reconocer sus síntomas sino también buscar formas efectivas para prevenirlo y superarlo.

Periodico digital TU ESPACIO, contactó al Dr. Manuel de Jesús Marroquín, docente de la Escuela de Medicina UJMD, para el abordaje de este tema, quien menciona que “es importante que los estudiantes prioricen el descanso, establezcan límite y encuentren un equilibrio saludable entre sus responsabilidades académicas y bienestar personal”. Estas recomendaciones no solo ayudarán a minimizar el Burnout, sino que también harán más fácil el desarrollo académico volviéndolo más sostenible y equilibrado, afirmó el Dr. Manuel.
Un artículo publicado recientemente por la revista “Conecta” del Tecnológico de Monterrey, también comparte unos consejos para combatir el Burnout Universitario causado por el estrés excesivo y prolongado. Los consejos han sido proporcionados por Paloma Lerma, coordinadora del espacio de reflexión y Marcela Rodriguez, psicóloga de Asesoria y Consejeria.
Para prevenir el Burnout Universitario, es importante identificar las señales y posibles síntomas de agotamiento físico y mental, como cambios en los patrones de descanso, alimentación, energía y niveles de motivación, ya que de esta forma los estudiantes podrán actuar de manera efectiva para prevenir el Burnout. También es recomendable establecer una rutina al final del día y dejar de lado los estudios para separar la vida personal de la académica, realizar un detox digital fijando horarios específicos para desconectarse de la tecnología y descansar, así como mantener un horario de sueño saludable, procurando dormir entre siete y ocho horas diarias para mejorar la productividad y el estado de ánimo. Además, dedicar tiempo al aire libre ayuda a reducir el estrés y los efectos del agotamiento, al igual que practicar el autocuidado y mantener el orden en la vida diaria permite que los estudiantes se sientan más organizados y equilibrados en su rutina diaria.
Según el Dr. Marroquín, el Burnout Universitario afecta tanto la salud física como la salud mental de los estudiantes y usualmente siempre está presente la pérdida progresiva de energía, agotamiento físico hasta llegar al ausentismo.
La salud mental es afectada por la pérdida de la motivación a los asuntos o temas académicos, el aislamiento y malas relaciones interpersonales, abuso de sustancias, etc. Todo esto suele ser más grave cuando está asociado a problemas pre existentes de ansiedad o depresión.
Lo ideal es identificar primero a los estudiantes o profesionales con factores de riesgo de padecer el Síndrome de Burnout y corregirlos o manejar estos factores de riesgo, cuando inician los síntomas pueden ser leves tales como: quejas vagas, cansancio, dificultad para levantarse a la mañana, el estudio o trabajo pierde el valor que tenía para el sujeto, aparece dificultad en las relaciones con compañeros, disminución del rendimiento académico previo, ante estas alertas la ayuda profesional multidisciplinaria ya puede hacer intervenciones en estos niveles, maestros orientadores, psicólogos vocacionales, psicólogos clínicos, médicos.
¿Cuáles son los síntomas más comunes que presentan las personas del burnout o síndrome del quemado?
Para el especialista en la salud, el Dr. Marroquín nos habla de 3 aspectos en los cuales se manifiestan los síntomas:
- Agotamiento emocional: Se caracteriza por una disminución y pérdida de los recursos emocionales y físicos, desde la pérdida sutil y progresiva de energía, hasta el desgaste y pérdida casi completa del vigor físico, imposibilidad para levantarse temprano por las mañanas.
- Despersonalización o deshumanización (o cinismo): Se caracteriza por el desarrollo de actitudes negativas, de insensibilidad hacia los receptores del servicio prestado o los compañeros, negativismo, poca capacidad de socializar con los compañeros.
- Baja realización personal: Consiste en la percepción del trabajo o los estudios de manera negativa; los afectados se reprochan no haber alcanzado los objetivos propuestos, con vivencias de insuficiencia personal y baja autoestima profesional, pérdida de la motivación a los asuntos o temas académicos, ausentismo.
El Dr. Marroquín afirma que existen cuatro etapas o niveles de este padecimiento “El cuadro clínico puede seguir la siguiente secuencia: Son 4 etapas desde los grados leves 1 y 2 aún reversibles, hasta la etapa 4”. a continuación te explicamos cada una de las etapas:
Etapa 1: Se percibe desequilibrio entre demandas laborales o académicas y entre recursos materiales y humanos de forma que los primeros exceden a los segundos, lo que provoca una situación de estrés agudo.
Etapa 2: El individuo realiza un sobreesfuerzo para adaptarse a las demandas. Pero esto sólo funciona transitoriamente (hasta aquí el cuadro es reversible).
Etapa 3: Aparece el síndrome de burnout con los componentes descritos.
Etapa 4: El individuo deteriorado psicofísicamente se convierte en un peligro más que en una ayuda para los destinatarios de los servicios o para el mismo, ansiedad, depresión, abandono o suicidio.
En general, pueden establecerse dos tipos de repercusiones del síndrome de burnout: para el individuo (salud, relaciones interpersonales) y para la institución (insatisfacción laboral, propensión al abandono y el ausentismo, deterioro de la calidad del servicio o rendimiento académico, genera cierto grado de hostilidad y resentimiento).
La manera de cuantificar y diagnosticar este síndrome; así como sus componentes es a través de un cuestionario creado por Cristina Maslach en 1986 y que se denomina: Maslach burnout inventory (MBI). Este cuestionario tiene varias versiones aplicables a diferentes poblaciones con diferentes idiomas y ha mostrado confiabilidad y validez.
Para el Dr. Marroquín, existen algunos signos de alarma a los cuales debes prestar atención: negación, aislamiento, ansiedad, miedo o temor, depresión que puede llevar al suicidio, ira, fuga o anulación, adicciones, cambios de personalidad, hay una incapacidad para poder confiar en el individuo.
También se le consultó al Dr. Marroquín ¿Cómo se puede evitar tener el síndrome del quemado y cuáles son sus recomendaciones. Para el profesional en la salud estas son sus recomendaciones:
- Acudir con profesionales de salud física y mental, llevar un proceso personal de adaptación de expectativas a la realidad cotidiana, formación u orientación vocacional.
- Tener equilibrio de áreas vitales: familia, amigos, aficiones, descanso, trabajo o estudio, organizar bien el tiempo y dedicar tiempo al deporte, ocio y descanso.
- Fomento de buena atmósfera de trabajo en equipo: espacios comunes, objetivos comunes.
- Limitar la agenda laboral académica.
- Tiempo adecuado para cada actividad de tareas académica.
- Diálogo efectivo con los docentes, jefes o autoridades laborales.
Para Darío Valencia, estudiante universitario, hablar de este síntoma, es hablar de cansancio extremo, falta de motivación y dificultad para concentrarse en el día a día. El comenta que este síntoma ha afectado su rendimiento académico ya que le cuesta mantenerse productivo y cumplir con todas sus responsabilidades a tiempo. También nos habla un poco sobre cuáles han sido sus estrategias para manejar y equilibrar el estrés generado por el Burnout Universitario: “Trato de organizarme con un horario de estudio y descanso, hago ejercicio para despejar la mente, tomo pausas cuando me siento abrumado y lo más importante es que priorizo mi sueño” comentó Darío.
Si padeces el síndrome de Burnout Universitario, recuerda, no es una sentencia inevitable, solo debes estar atento y reconocer los síntomas para poder actuar con las indicaciones que te brindó el Dr. Marroquin. Tanto los estudiantes universitarios como aquellos que combinan el estudio con el trabajo se enfrentan a grandes desafíos, pero con una buena gestión de tiempo, el establecimiento de límites y el autocuidado, si es posible lograr el equilibrio entre lo académico y el bienestar personal. La clave no solo está en el esfuerzo, sino también en reconocer cuándo y cómo recargar energías para seguir avanzando.
Fuentes consultadas
Fuente viva: Dr. Manuel de Jesús Marroquín, Docente de la Escuela de Medicina de la Universidad Dr. José Matías Delgado.
https://www.cesurformacion.com/blog/bournout-academico
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33252013000400009
https://www.infobae.com/educacion/2023/03/31/como-evitar-el-burnout-de-los-estudiantes