Por María Isabel Cañadas/Docente ECC
El Día Internacional de la Mujer, celebrado cada 8 de marzo, tiene sus raíces en las luchas de las mujeres por la igualdad de derechos y mejores condiciones de vida y trabajo. Su origen se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando mujeres de distintas partes del mundo comenzaron a organizarse para exigir el derecho al voto, la reducción de la jornada laboral y mejores salarios. Un hecho clave en esta historia fue la huelga de trabajadoras textiles en Nueva York en 1908, donde miles de mujeres protestaron por condiciones laborales dignas.
A lo largo del siglo XX, la conmemoración del 8 de marzo se consolidó como un símbolo de la lucha feminista a nivel mundial, siendo reconocida por la ONU en 1977.
En la actualidad, las mujeres han logrado avances significativos en distintos ámbitos, desde la política hasta la ciencia y la tecnología. Sin embargo, aún enfrentan desafíos como la brecha salarial, la violencia de género y la desigualdad en el acceso a oportunidades. A pesar de los progresos, en muchos países persisten barreras que dificultan el pleno ejercicio de sus derechos. La lucha por la equidad de género sigue vigente y se manifiesta en movimientos sociales, legislaciones y cambios culturales que buscan una sociedad más justa e inclusiva.
Las mujeres universitarias y su impacto en la sociedad
En el ámbito educativo, la presencia de mujeres en las universidades ha crecido exponencialmente en las últimas décadas. En muchas regiones, incluso superan en número a los hombres en la matrícula universitaria, como es el caso de nuestra Escuela de Ciencias de la Comunicación.
Sin embargo, a nivel global aún enfrentan desafíos como la subrepresentación en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), el acoso en los espacios laborales y académicos, y la dificultad para acceder a puestos de liderazgo en la investigación, la política y otros campos.
A pesar de estos obstáculos, las estudiantes universitarias desempeñan un papel crucial en la transformación de la sociedad. Son agentes de cambio que no solo buscan su desarrollo personal y profesional, sino que también impulsan la equidad de género desde sus espacios de estudio y trabajo. Muchas lideran movimientos estudiantiles, participan en investigaciones innovadoras y generan iniciativas que promueven la justicia social y el desarrollo sostenible.
Las mujeres, especialmente las jóvenes universitarias, representan el futuro de una sociedad más equitativa e inclusiva. Su participación en todos los sectores es clave para el desarrollo de políticas públicas, avances científicos y cambios sociales que beneficien a toda la comunidad. La educación superior les brinda herramientas para generar un impacto positivo en sus entornos, convirtiéndolas en líderes, investigadoras, emprendedoras y defensoras de los derechos humanos.
Por ello, es fundamental seguir promoviendo la igualdad de oportunidades, garantizando que todas las mujeres puedan acceder a la educación y desarrollar su potencial sin barreras ni discriminación.
La celebración del Día Internacional de la Mujer no solo conmemora una lucha histórica, sino que también nos recuerda la importancia de seguir avanzando hacia un mundo donde todas las personas, sin importar su género, tengan las mismas oportunidades para crecer y contribuir al bienestar de la sociedad.
