Por Walter Campos
Todo comienza en la década de los 60’ donde países de Europa como Reino Unido, Irlanda del Norte, Dinamarca, Suecia, Alemania y Finlandia se preocuparon por la pérdida de diversos humedales de gran importancia para la supervivencia de los seres humanos. Esto los llevó a organizar una convención en 1971, en la ciudad de Ramsar, Irán, una convención con el objetivo de conservar y usar de manera racional los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo. Dicha convención tuvo por nombre “Convención Relativa a los humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas”.
En esta convención se firmó el tratado intergubernamental que funciona para gestionar las acciones nacionales e internacionales para el buen uso y la conservación de los humedales, que son “toda área terrestre que está saturada o inundada de agua de manera estacional o permanente” según Ramsar.org.
También, se definieron los humedales de importancia internacional, entendido como «extensiones de marismas, pantanos o turberas cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”. De ahí que se les denomine “Sitios Ramsar”.
En este tratado se incluye como sitios Ramsar a los manglares, pantanos dulces y salados, arrecifes de poca profundidad, embalses, lagunas, lagos, sistemas acuáticos subterráneos.
Pero, fue hasta en 1999 que El Salvador formó parte de la convención, donde a partir de ese momento declararon seis humedales como sitios Ramsar, a pesar de que el país cuenta con 59 de ellos.
A continuación, te presento los seis sitios que fueron designados oficialmente como sitios Ramsar:
- Área Natural Protegida Laguna del Jocotal
La laguna del Jocotal es un lugar de 500 manzanas de extensión. Nombrada como área protegida en 1976 y fue el primer humedal en ser nombrado sitio Ramsar en 1999 y en 1983 se declaró como un “Santuario de Aves”. En este lugar existen más de 18 tipos de peces entre el guapote nicaragüense y salvadoreño, mojarra negra, tilapia, sardina, bagre, zambo, ilama, guabina y camarón de agua dulce, así como 120 especies de plantas acuáticas y herbóreas.
- Complejo Bahía de Jiquilisco
La Bahía de Jiquilisco es parte del sistema de paisaje llamada Llanura costera central de El Salvador y fue el 31 de octubre del 2005 cuando se declaró como sitio Ramsar. Este se tomó en cuenta por ser hábitat de la mayoría de aves marino-costeras del país, y es el único lugar de anidación para muchas de ellas; también, es un lugar de destino donde más de ochenta y siete aves migratorias de relevancia internacional se alimentan, hacen su cambio de plumaje y descansan de sus viajes.
Además, este sitio es el hábitat de una gran diversidad de especies terrestres que están vinculadas a los cuerpos acuáticos y áreas costeras, en donde se ha corroborado que cuatro de las siete especies de tortugas marinas conocidas mundialmente, visitan la bahía de Jiquilisco para su anidación.
- Embalse Cerrón Grande
El Embalse Cerrón Grande es el mayor representante de agua dulce del país y este se sitúa en el tramo medio del río Lempa. En el Embalse se generan abundantes playones y áreas limosas que están parcialmente inundadas y que sirven como hábitat para una diversidad de invertebrados y vertebrados acuáticos. El área provee servicios ambientales de importancia nacional, como son la producción pesquera e hidroeléctrica, la depuración de aguas y el control de inundaciones.
El Embalse cada año sirve para dar alimentación, cría y descanso de varios miles de aves acuáticas, tanto residentes como migratorias. En este lugar se han registrado los mayores números poblacionales de anátidas del país. También en este lugar se da la recarga de acuíferos, el almacenamiento de agua, la producción pesquera, los pastos para el ganado y la producción hidroeléctrica. Fue declarado sitio Ramsar el 22 de noviembre de 2005.
- Laguna de Olomega
La laguna de Olomega es un humedal de tipo volcánico y es el cuerpo de agua dulce más grande de la zona oriental. Es alimentada y drenada por el Río Grande de San Miguel y su estado actual es de eutrofización, lo que quiere decir que esta tiene un incremento de sustancias nutritivas provocando un exceso de algas. Se declaró sitio Ramsar el 2 de febrero de 2010.
Esta laguna también es hogar de por lo menos dieciséis especies de aves que son residentes y otras aves que son estacionales, como por ejemplo el pato real, pichiches, el ibis oscuro, el caracolero que están en peligro de extinción.
- Complejo Güija
Fue declarado sitio Ramsar el 16 de diciembre de 2010 por la Convención, siendo el quinto humedal de Importancia Internacional para El Salvador, ubicado en el departamento de Santa Ana, donde se incluye a los volcanes San Diego, Vega de la Caña, Masatepeque y El Tule. El complejo tiene un registro de hasta 59,000 de aves acuáticas como: zarceta ala azul, pato cucharón y pichichi, donde también se albergan especies en peligro de extinción como el garrobo espinoso, el perico ronco, lora nuca amarilla, gato zonto y también peces como el bivalvo de agua dulce.
- Complejo Jaltepeque
Este bosque de mangle “es un Sitio Ramsar y Área Natural Protegida que se caracteriza por ser un ecosistema costero marino conformado con bosque de manglar, playas de arenas, laguna de agua dulce, ríos estacionales y permanentes” según informa el Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador.
Este complejo alberga 34 especies de reptiles, 98 de peces y 206 especies de aves lo que representa el 38% de las 543 especies de aves de las que se han registrado en El Salvador. Fue declarado sitio Ramsar el 2 de febrero de 2011.
¿Por qué es importante conservar los humedales?
Los sitios Ramsar contribuyen al desarrollo humano y su bienestar, con múltiples beneficios como la mitigación del cambio climático, ya que ayudan a retener el efecto de las tormentas y las inundaciones. Otro de los grandes beneficios que aportan los humedales es el abastecimiento de agua, producción y sostenimiento de la vida silvestre.
La diversidad biológica es otra razón por la cual conservar los humedales. Se convierten en hábitat de una diversidad de animales y plantas y sirven de refugio para aves migratorias que descansan y se alimentan en ellos.
Con respecto al turismo, los lugares Ramsar son sitios de belleza natural y diversidad de vida animal y vegetal, lo que los convierte en destinos turísticos, contribuyendo al desarrollo de actividades de educación ambiental y ecológica.
Por tanto, conservar los humedales es esencial para mantener la salud de los ecosistemas, garantizar el suministro de agua dulce, proteger contra desastres naturales, mitigar el cambio climático y proporcionar oportunidades económicas y recreativas para las personas.
Fuentes: