Ricardo Chacón – ORCID: 0000-0002-3357-6474|Director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación –UJMD– 11 de junio 2025
He leído por acá y por allá, de una tendencia u otra, a favor o en contra, convencidos o escépticos, algunos planteamientos sumamente especulativos y fuera de la realidad, otros montados sobre datos hasta ahora conocidos; de toda la revisión de publicaciones, sin excepción, muestran una preocupación, el avanzado desarrollo de la inteligencia artificial y cómo esta toca a fondo las diferentes actividades en las que interviene el hombre.
También se coincide en que es necesario y obligatorio que la iglesia, bajo la dirección del nuevo pontífice, dé una palabra clara y contundente sobre el tema; la fuerza moral de la iglesia sigue teniendo peso.
No sería la primera vez que la iglesia hable sobre IA en los últimos años; el difunto papa Francisco lo hizo y puso énfasis en tres cuestiones. Primero, entendió que la IA es una herramienta cautivadora y fascinante que puede ayudar a resolver problemas urgentes del hombre. En segundo lugar, advirtió claramente sobre los peligros que la inteligencia artificial puede representar para la humanidad, especialmente si está fuera de control y carece de los pesos y contrapesos propios del poder. Sobre todo, señaló el peligro de que las armas inteligentes autónomas e independientes tomen el control, lo cual es incontrolable en contextos de guerra y militarismo. De fondo, y este es el punto tres de la visión eclesial, está el temor de que la “dictadura tecnológica” desplace la responsabilidad y la conciencia humana.
“Ninguna máquina debería elegir jamás quitar la vida a un ser humano” dijo Francisco cuando intervino la tarde del 14 de junio del año pasado durante la sesión conjunta de la cumbre del G7 en Borgo Egnazia, Apulia, al sur de Italia.
Ahora bien, al retomar las palabras oficiales del papa León XIV, quien pronunció su primer discurso ante el Colegio Cardenalicio en el Aula del Sínodo el 10 de mayo de 2025 en la Ciudad del Vaticano, surge de inmediato la siguiente interrogante: ¿por qué el papa León XIV subraya la cuestión de la IA de manera tan destacada al comienzo de su pontificado? ¿Qué podemos concluir sobre el enfoque que pretende al abordarlo?
Las especulaciones comienzan, entre otras, la que más se ha difundido, tiene que ver con el origen de su nombre, León XIV; y es que su antecesor, León XIII, en 1891 impulsó la encíclica Rerum Novarum, documento clave que respondió a los desafíos sociales de su tiempo con una propuesta ética y social cristiana, cuyo impacto se extiende hasta la actualidad como base de la doctrina social de la Iglesia.
Independientemente de si fue un papa renovador o no, y de la dimensión social que el pontífice imprimió al mundo de la época al incorporar una palabra desde la fe católica a los hechos sociales, lo cierto es que León XIII supo leer los “signos de los tiempos”. Estos signos eran propios del florecimiento del capitalismo y de las ideas socialistas que intentaban reivindicar el mundo laboral, aplastado por la furia del capital; se gestaba un mundo y una sociedad distinta y diferente.
Puede leer un interesante artículo sobre el tema: https://theconversation.com/19th-century-catholic-teachings-21st-century-tech-how-concerns-about-ai-guided-pope-leos-choice-of-name-256645
Lo importante de León XIII es haberse atrevido a entender el fenómeno social generado en torno a la formación social capitalista, y su enfrentamiento con el socialismo; entender esto a fondo va más allá de las ideas políticas y los movimientos generados, igual como parece que ahora quiere enfrentar el papa León XIV. Y es que la cuarta revolución tecnológica, donde la inteligencia artificial, la robótica y el internet de las cosas son sus principales expresiones, ha irrumpido a fondo en la sociedad de hoy y sin duda alguna en la del mañana; una nueva sociedad se está gestando.
Los cambios van más allá del uso de nuevas herramientas, incluso aquellas con inteligencia artificial o armas autónomas inteligentes. Trastocan las prácticas cotidianas de hombres y mujeres y modifican la forma de conocer y aprender, así como el papel de la ciencia y la tecnología.
Los que dan seguimiento al detalle de lo que sucede con León XIV también han traído a cuenta la primera reunión con periodistas realizada por el nuevo pontífice, quien de nuevo hizo referencia al tema de la inteligencia artificial.
¿Por qué el Papa León subraya esta cuestión de manera tan destacada al comienzo de su pontificado y qué podemos concluir sobre el enfoque que pretende adoptar al abordarla?
Mi punto de vista, espero no equivocarme.
El papa León XIV es un hombre bien formado, entiende las matemáticas como la filosofía, aunque no es un erudito en ambas ramas del saber; Benedicto XVI sí era un erudito de la filosofía y teología, basta ver su enorme producción bibliográfica.
La obra intelectual de Benedicto XVI combina rigor académico, profundidad espiritual y defensa de la institucionalidad. Se centró en la defensa de la fe cristiana, la razón y la verdad tradicional, con un lenguaje propio para intentar dar respuesta desde la tradición a la iglesia y la sociedad de hoy; eso sí, reitero, con una característica tradicional y ortodoxa.
Como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005), Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) desempeñó un papel clave en defender y promover la doctrina católica.
Fue mano derecha de su antecesor, Juan Pablo II, un hombre pastoral, preocupado por los grandes desafíos del mundo moderno, polaco y viajero; Benedicto fue responsable directo y activo de supervisar la ortodoxia teológica y disciplinaria en la Iglesia, tanto en el papado de Juan Pablo con en el suyo; en síntesis, recuperó y fortaleció la autoridad de esta Congregación, sucesora del antiguo Santo Oficio o Inquisición.
Juan Pablo II y Francisco fueron diferentes. Ambos, experimentados en el mundo moderno y conocedores de las idas y venidas de las iglesias locales, así como de la lucha que enfrentaba la Iglesia Universal, cuestionada por un enfoque laico con dinámicas consumistas, intentaron dar un respiro y nuevo aliento a la iglesia.
Juan Pablo y su impacto mediático, sus viajes constantes por el mundo y rozar con las ideas que todo mundo hablaba sin modificar ni trastocar el statu quo, supo ganarse un puesto relevante no solo en la iglesia, sino en el mundo actual. Francisco prometió transformaciones institucionales significativas, modernización y actualización; hizo lo que pudo y, sin duda alguna, abrió el camino. León XIV parece que seguirá este camino.
Bien formado, pero no erudito; más pragmático y sobre todo con la intuición del hombre moderno capaz de entender y caminar por los cambios profundos que el mundo de hoy, el de la tecnología, nos ofrece.
Hay tres elementos fascinantes en León XIV que pueden ayudar a entender su accionar. Primero, fue superior general de los agustinos. En ese cargo, viajó, conoció y evaluó la obra de esta congregación mendicante que trabaja en parroquias, colegios, universidades y todo tipo de obras sociales por el mundo. Es un hombre que sabe y conoce la obra diaria en el campo.
Segundo, León XIV es nacido en Estados Unidos y criado en las urbes citadinas de Chicago, una ciudad cosmopolita donde lo tradicional y lo nuevo siempre han estado en pugna permanente. Sus estudios en Chicago y Filadelfia en centros agustinianos son significativos y claves; la comunidad monástica es importante.
Y tres, su trabajo por más de 20 años en Perú, desde sacerdote misionero hasta obispo; trampolín que le permitió llegar a las altas esferas del Vaticano, como cardenal encargado en la elección de los nuevos obispos del colegio cardenalicio (los que eligen al papa).
La complejidad de un hombre es clara; aunque en este caso no hablamos de un erudito, pero sí de un hombre de fe, pragmático, institucional, pero comunitario y sabedor de lo que sucede en el mundo de hoy; en este sentido sí creemos que entiende de primera mano que la inteligencia artificial es una herramienta positiva que puede ayudar a resolver los problemas de hoy, que su uso puede tener problemas y dificultades serias y que el peligro de la inteligencia autónoma de las máquinas sin los humanos es un peligro.
Pero lo fundamental es que León XIC comprende, o al menos tiene los elementos para entender, que hay una nueva realidad donde la inteligencia artificial parece jugar un papel importante y central. Basta señalar cómo está modificando la educación o la medicina para asustarnos y temer que los cambios que se avecinan son radicales, el Papa los ve y creo que los entiende.
«Hoy en día, la Iglesia ofrece a todos el tesoro de su enseñanza social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos en inteligencia artificial que presentan nuevos desafíos para defender la dignidad humana, la justicia y el trabajo», dijo el Papa León.
Para explicar esto, basta remontarnos a un hombre modesto y sencillo del siglo XIX, León XVIII, quien supo comprender los cambios de lo mecánico al motor de vapor y combustión, a un motor eléctrico, de un caballo a una locomotora o un vehículo, de un candil a la luz eléctrica… y lo más difícil, los movimientos sociales, fruto de un capitalismo que se comía a pedazos el mundo y a los trabajadores.
En esta línea de ideas, un editorial del Vaticano señala, que, si bien la Rerum Novarum rechazó por igual los extremos del capitalismo desenfrenado y del socialismo confiscatorio, León XIII no condenó la industrialización en general, a diferencia de algunas de las voces más reaccionarias de su época.
En cambio, insistió en que el nuevo orden social debía estar imbuido de la verdad cristiana, para humanizar los cambios económicos fundamentales en curso y poner sus beneficios al servicio de la igual dignidad de toda persona humana.
El último León, el XIV, el de ahora, pareciera, y espero no equivocarme, también pretende interactuar con nuestro mundo postindustrial en rápida evolución y humanizar la introducción generalizada de la inteligencia artificial a través de un encuentro creativo con la inteligencia divina del Evangelio de Jesús.
Como dijo León al Colegio Cardenalicio el 10 de mayo: «En nuestros días, la Iglesia ofrece a todos el tesoro de su enseñanza social en respuesta a otra revolución industrial y a los desarrollos en el campo de la inteligencia artificial que plantean nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo».
Practicidad, serenidad, valentía y fortaleza. Ese es un poderoso cuarteto de atributos positivos para abordar los desafíos de la IA, y de hecho para toda la inmensa misión evangélica que Dios ha confiado a la administración del primer papa de la Iglesia nacido en Estados Unidos, señala un editorial del Vaticano.
Otros temas, que forman parte de los chispazos de esta semana.
Mi profesor usa para las clases ChatGPT…..puede hacerlo?
¿Hasta qué punto es conveniente que los profesores incorporen el uso de la inteligencia artificial generativa en sus actividades educativas diarias? El uso de esta tecnología plantea significativos cuestionamientos éticos y morales para el cuerpo docente, así como su profundo impacto en el desarrollo académico y emocional del alumnado.
En mis clases, personalmente, uso no solo ChatGPT, sino Perplexity e Hica, en todo momento; pero también en todo momento los cito y por supuesto pretendo utilizar otros criterios sobre la información obtenida: pensamiento crítico, innovador y contraste con otras fuentes y autores.
En este interesante artículo publicado por el TEC de Monterrey se reflexiona sobre el tema, vale la pena leerlo completo.
Compran por millones de dólares una empresa productora de eventos en vivo.
Hace un par de semanas, The Wall Street Journal informó que Global Critical Logistics (GCL), una empresa líder en logística de eventos en vivo y clave en la gira mundial Eras de Taylor Swift, fue adquirida por Providence.
Este grupo de capital privado, especializado en medios y entretenimiento, pagó una cifra récord de mil millones de dólares.
Considerando todos los factores involucrados, podemos ver que esta iniciativa representa una apuesta significativa hacia el progreso de la industria de los eventos en vivo, algo que, como bien señala Swiftie, la empresa GCL comprende de manera integral y profunda.
Dos cuestiones al respecto, la era tecnológica es una realidad, sobre todo en el mundo de las comunicaciones masivas y de impacto mundial, pero también es cierto que la experiencia en vivo, el concierto en vivo, sigue teniendo impacto importante entre los usuarios.
La combinación de lo tecnológico digital, de las redes e internet, y el espectáculo en vivo, sigue siendo fundamental para la experiencia del nuevo usuario, del usuario de hoy.
