Redacción –Por Alejandra Blandón – Kevin Salazar Recinos
La innovación no es un destino, sino un proceso en constante transformación. Esta fue una de las ideas centrales del congreso, que reunió a expertos en educación superior a nivel nacional para analizar el futuro del aprendizaje en un contexto de digitalización acelerada. Entre los ponentes, el Mtro. Kevin Eduardo Salazar Recinos, Coordinador Académico de la Licenciatura en Innovación y Transformación Digital de la Universidad Dr. José Matías Delgado (UJMD), destacó la necesidad de rediseñar los modelos educativos para responder a los retos contemporáneos.
“La tecnología por sí sola no revoluciona la educación. El cambio comienza cuando replanteamos el papel del docente”, enfatizó Salazar. Su intervención exploró cómo la inteligencia artificial (IA), el blockchain y las metodologías activas pueden potenciar la enseñanza, pero solo si se integran con una formación crítica y ética.
El evento también sirvió como marco para la presentación del libro: Unstable Innovation de Nelson Inno, quien sostiene que la innovación solo ocurre en entornos de incertidumbre. Un concepto que, según Salazar, se refleja en el aula: “Los docentes deben dejar de ser meros transmisores de información y convertirse en diseñadores de experiencias de aprendizaje”.
En la UJMD, este enfoque se materializa en el modelo H+C² (Humanismo, Constructivismo y Conectivismo), que propone la tecnología como un facilitador del aprendizaje, no como un sustituto del docente. Así, metodologías como el aula invertida y el aprendizaje basado en proyectos se han incorporado en la formación académica, con asignaturas como Presupuesto y Diseño de Proyectos, donde los estudiantes aplican herramientas ágiles como SCRUM para resolver casos reales.
Sin embargo, como advierte Inno, la innovación puede estancarse si no responde a las necesidades de los estudiantes. En este sentido, el coordinador de la carrera de Innovación y Transformación Digital subrayó la importancia de que los docentes actualicen sus competencias digitales sin perder de vista su rol formador. “No se trata de reemplazar la enseñanza con IA, sino de aprovecharla para personalizar el aprendizaje y fortalecer el pensamiento crítico”, explicó.
El congreso dejó en claro que la transformación educativa no radica solo en la adopción de nuevas tecnologías, sino en una enseñanza más humana y adaptable. Como resume Inno en su obra: “La verdadera innovación ocurre cuando el caos y la creatividad se encuentran”. Un principio que, para la UJMD, es clave en la formación de profesionales capaces de liderar el cambio.
El aula como laboratorio de cambio
La innovación no ocurre en la estabilidad, sino en el caos. Esa es una de las premisas centrales de Unstable Innovation, que resonó con fuerza en la ponencia del Mtro. Kevin Salazar Recinos. En el contexto educativo actual, donde la inteligencia artificial (IA), el blockchain y otras tecnologías emergentes están redefiniendo la enseñanza, el reto no es sólo adoptar herramientas digitales, sino repensar el aula como un ecosistema de transformación.
Bajo el modelo H+C² de la UJMD, que combina humanismo, constructivismo y conectivismo, el aprendizaje se concibe como un proceso dinámico y en constante evolución. “La tecnología no sustituye al docente, pero sí redefine su rol y la forma en la que se enseña y se aprende”, enfatizó Salazar. Desde este enfoque, las tecnologías emergentes pueden acelerar la innovación educativa en tres niveles esenciales:
1. IA y personalización del aprendizaje
El impacto de la IA en la educación ya es tangible en la UJMD. En la Licenciatura en Innovación y Transformación Digital, la implementación de aulas invertidas y plataformas como Google Classroom ha facilitado la integración de contenido dinámico, foros de discusión y retroalimentación automatizada.
“El aprendizaje deja de ser un proceso uniforme para convertirse en una experiencia personalizada”, explicó Salazar. Herramientas de IA generativa permiten diseñar itinerarios de aprendizaje adaptados a cada estudiante, promoviendo la enseñanza basada en proyectos y fortaleciendo habilidades como la resolución de problemas y el pensamiento crítico.
2. Blockchain y certificación de competencias
La movilidad académica y la validez de títulos en un mundo globalizado dependen de la transparencia en la certificación de competencias. El blockchain ofrece una solución: permite registrar y validar certificaciones de manera segura, asegurando que las credenciales sean inalterables y accesibles en cualquier parte del mundo.
En la UJMD, se ha comenzado a explorar su uso en microcredenciales, lo que permitiría a los estudiantes certificar habilidades específicas en innovación digital, data analytics y automatización, alineándose con la tendencia de aprendizaje a lo largo de la vida. “Las universidades que integran estas tecnologías estarán un paso adelante en la construcción de una educación más accesible y confiable”, afirmó Salazar.
3. IA para la gestión académica y el seguimiento estudiantil
Más allá del aula, la IA también está transformando la gestión universitaria. En la UJMD, la automatización de procesos administrativos ha permitido reducir la burocracia y ofrecer un acompañamiento más personalizado a los estudiantes.
“El análisis de datos académicos mediante IA nos permite detectar patrones en el rendimiento estudiantil, anticipar riesgos de deserción y ofrecer tutorías más eficaces”, explicó Salazar. Estas herramientas optimizan la gestión universitaria y crean un entorno donde la educación se adapta a las necesidades reales de cada estudiante.
El desafío: innovación con propósito
Sin embargo, la tecnología, por sí sola, no garantiza la innovación. Como advierte Inno en Unstable Innovation, la desalineación (misalignment) entre actores educativos puede frenar el avance. En este punto, el Mtro. Salazar identificó dos obstáculos clave:
- Brecha digital y resistencia al cambio: Algunos docentes aún ven las herramientas digitales como una amenaza en lugar de una oportunidad, lo que dificulta su integración efectiva en el aula.
- Ética y regulación en IA: La implementación de inteligencia artificial en la educación debe ir acompañada de principios éticos sólidos. En la UJMD, la formación en pensamiento crítico y ética digital es un pilar fundamental para garantizar un uso responsable de estas tecnologías.
“El reto no es solo usar la tecnología, sino hacerlo con sentido pedagógico y un enfoque humanista”, concluyó Salazar.
El aula ya no es un espacio estático de transmisión de conocimientos, sino un laboratorio de cambio donde la experimentación y la adaptabilidad definen el aprendizaje del futuro. En la UJMD, la transformación digital no es solo cuestión de herramientas, sino de mentalidad y visión educativa. La formación docente y la integración de metodologías activas serán claves para construir la educación que demandan las nuevas generaciones.
Galería del evento por Alejandra Blandón
