Por Sebastián Argueta-Revista matías+plus
A tan solo 55 minutos de San Salvador, entre el agradable clima de los cafetales de Juayúa, se encuentra un pequeño paraíso escondido. Un lugar creado para conectar el cielo y la tierra, caminar entre los cafetales y contemplar las estrellas. A 1,045 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Kafen Hotel Glamping Experience, una forma innovadora de conectar con la Madre Tierra a través de la hostelería.
Este novedoso proyecto es encabezado por dos jóvenes emprendedores visionarios que forman parte de la comunidad ECC de la Universidad Dr. José Matías Delgado: Andrea Cornejo Valsse, estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y, Juan Carlos Rivera, graduado de la ECC.
Conversamos con ambos sobre la idea de este emprendimiento y comentan que Kafen nació cuando Juan Carlos comenzó a empaparse del mundo hotelero y hospedaje a través de su experiencia laboral; creciendo en conocimientos sobre el mundo de este negocio y también explotando sus conocimientos de producción audiovisual adquiridos en la UJMD. Así fue como vio la oportunidad de apostarle a la experiencia de lo que se conoce como glamping, o acampar con estilo y glamur.
Llevar a cabo un emprendimiento como Kafen Hotel y, al mismo tiempo, a asistir a clases en la Universidad, no fue tarea fácil. Sin embargo, Andrea comenta que sí es posible hacerlo, pues para ella es importante dar tiempo de calidad tanto a Kafen como a la universidad.
Para lograr esto, Andrea hace un horario donde divide sus quehaceres. Cuando debe dedicarle tiempo a la universidad deja de lado las distracciones para estar presente en lo que hace en ese momento. Lo mismo ocurre con Kafen: cuando está con su emprendimiento está al 100% en ello.
Como joven trabajadora y estudiante, Andrea aconseja tomar apuntes de todo, como recordatorios y cosas por hacer, ya que la organización forma parte de una sana disciplina. Esto le permite priorizar y concentrarse.
A pesar de que Andrea se encuentra cursando su primer año de universidad, asegura que ya ha comenzado a aplicar lo que ha aprendido hasta ahora. Trata de rodearse de personas ya graduadas para aprender de sus experiencias y vivencias. Eso está fortaleciendo sus conocimientos.
¿Cómo es un día normal para Andrea y Juan Carlos?
Juan Carlos cuenta que sus días comienzan temprano: a las cinco de la mañana, y lo primero que hace es reportarse con la recepción del hotel para estar al tanto de las necesidades o de algún evento de la noche anterior. Procura estar siempre al tanto de sus clientes. Luego, alrededor de las 7 de la mañana, ambos se sitúan ya en sus oficinas para dar seguimiento a sus clientes actuales y potenciales, y estar al tanto de lo que se necesite en el hotel. Es importante recalcar que estos emprendedores también cuentan con una agencia de mercadeo digital.
Al caer la tarde, Andrea y Juan Carlos se dedican a ver las próximas reservaciones, ingresos, y también las compras que necesitarán para los siguientes huéspedes. Por la noche Andrea asiste a la universidad y Juan Carlos aprovecha para hacer las compras necesarias. A pesar de ser de noche, ellos aprovechan su tiempo y buscan responder los mensajes de sus próximos huéspedes y escuchar sus peticiones para brindarles el mejor servicio posible.
Esta rutina es su día a día. Sin embargo, los domingos se trasladan al hotel para hacer un seguimiento más cercano con el gerente y el resto del personal.
Kafen es 100% autosostenible. La energía utilizada en el complejo proviene del uso de paneles solares. Este fue un objetivo con el cual se comprometieron desde el principio del proyecto. El hotel se encuentra rodeado de flora y fauna de la zona, elementos que son muy importantes y que sus propietarios se empeñan en conservar. A cada huésped se le recuerda que este es uno de los objetivos del emprendimiento, para que contribuyan a no contaminar y a ahorrar agua.
Para Andrea y Juan Carlos es muy importante que el hotel forme parte del ecosistema natural, sin interferir de ninguna manera con la vida de la Madre Tierra. Kafen se incorpora sutilmente en el ecosistema, sin contaminarlo y procurando viviendo en armonía.
Un emprendimiento requiere esfuerzo y dedicación. Andrea aconseja a quienes deseen emprender que: “No se den por vencidos. Quizás la primera idea de emprendimiento no sea la que funcione”. Y comenta que es común que los primeros intentos no sean un éxito, pero cada intento es un paso más cerca hacia la meta. Es posible emprender y, si se tiene el deseo, hay que organizarse, planear y ser pacientes.