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Agricultura regenerativa: el futuro de la comida y suelos vivos

Redacción|Alex Melgar

¿Qué es la agricultura regenerativa y cómo funciona?

La agricultura regenerativa es un modelo agrícola que va más allá de la sostenibilidad: busca sanar la tierra mientras produce alimentos. Según National Geographic, combina prácticas como siembra directa, rotación de cultivos, uso de coberturas vegetales, agrosilvicultura y ganadería rotativa para devolver vida a los suelos y aumentar la biodiversidad.

El Foro Económico Mundial  añade que esta visión integral concibe la finca como un ecosistema vivo y no como una simple fábrica de alimentos. Aunque el término empezó a ganar fuerza en los años 80 en Estados Unidos, sus bases provienen de prácticas ancestrales de comunidades indígenas en América Latina, África y Asia (El País).

Beneficios globales: del suelo al clima

El impacto potencial es enorme. El Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) estima que, si se aplicara a gran escala, la agricultura regenerativa podría capturar hasta 23 gigatoneladas de CO? de aquí a 2050. Esto la convierte en una herramienta crucial en la lucha contra el cambio climático.

Además, mejora la resiliencia climática en regiones vulnerables como América Latina, África subsahariana y Asia (World Economic Forum). También promueve la biodiversidad al recuperar polinizadores, microorganismos y aves que sostienen los ciclos naturales (Regeneration International).

Inversión y desafíos

Implementar estos sistemas no es sencillo: según El País, la inversión inicial puede variar entre 2,000 y 5,000 euros por hectárea, con retornos que empiezan a verse tras varios años. A ello se suman obstáculos como la falta de financiamiento, la burocracia y la resistencia a cambiar modelos agrícolas tradicionales.

Empresas que apuestan por regenerar

Algunas multinacionales ya están impulsando esta transformación. Nestlé, en alianza con la Fundación Global Nature, ha implementado prácticas regenerativas en 5,000 hectáreas de cereales, logrando reducir un 30–40 % el uso de fertilizantes nitrogenados y cerca del 40 % de sus emisiones de CO? (El País).

Por su parte, Deoleo —líder mundial en aceite de oliva— trabaja con más de 60,000 agricultores en España y Portugal para regenerar suelos mediante cubiertas vegetales, con el objetivo de que para 2030 el 70 % de su aceite virgen extra provenga de fincas regenerativas (BID Invest).

Incluso gigantes como PepsiCo invierten más de 46 millones de euros anuales en España, promoviendo rotación de cultivos, mínimo laboreo y digitalización para optimizar recursos (El País).

América Latina: del campo ancestral a la innovación

En la región, la agricultura regenerativa convive con prácticas tradicionales que ya eran regenerativas por naturaleza. En Guatemala, por ejemplo, sistemas como la milpa (cultivo de maíz, frijol y calabaza) funcionan como un modelo agroecológico que garantiza soberanía alimentaria y resistencia climática (BID Invest).

Además, organizaciones como Defensores de la Naturaleza han implementado programas regenerativos en el cultivo de café, logrando mayor calidad del grano y recuperación de suelos erosionados (EcoperoResiduo.net).

¿Y El Salvador? Una oportunidad pendiente

Aunque El Salvador todavía no cuenta con proyectos de agricultura regenerativa a gran escala, especialistas coinciden en que el país posee condiciones críticas para beneficiarse de este modelo: erosión de suelos, deforestación y alta vulnerabilidad climática. Implementar estas prácticas podría transformar el campo salvadoreño en un espacio más resiliente, productivo y sostenible (BID Invest).

Regenerar la tierra, regenerar el futuro

Más que una técnica, la agricultura regenerativa implica un cambio de mentalidad. Como señala National Geographic, “no se trata solo de producir de otra manera, sino de entender que la salud de los suelos y la de las comunidades están conectadas”.

En un momento donde la seguridad alimentaria y el cambio climático se cruzan, apostar por esta práctica significa abrir la puerta a un futuro donde la agricultura no solo alimente, sino también repare al planeta.

Fuentes: 

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