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NBA Jr: una final escrita con pasión y sueños

Redacción:Maura Andrea Cortez Godínez, Delia Sophia Hernández Rivas, Diego Enrique Martínez Canjura, Lourdes Alexandra Aguilera/una actividad de la Cátedra de Redacción para Plataformas Digitales, impartida por Lic: Miguel Alfonso Martínez Martínez.

El Jr. NBA es un programa oficial de la NBA que busca fomentar el baloncesto entre los jóvenes del país y mejorar su experiencia con el deporte. Tiene como objetivo enseñar valores como “el trabajo en equipo, el respeto y el deportivismo”. Este proyecto, en el país, es impulsado por el INDES y su presidente, Yamil Bukele. El torneo celebró su tercera y última edición en El Salvador.

En un ambiente único, los padres y madres de las jugadoras apoyaban desde las gradas con gran euforia y emoción, y, sobre todo, manteniendo el respeto. Se creó una atmósfera deportiva competitiva, como la situación lo ameritaba, pero a la vez sana, al mostrar profesionalismo.

Fue un torneo que se vivió con emoción desde el primer momento, representando algo más que una simple competición escolar. Los padres y madres de familia se mostraron igual de comprometidos que las propias jugadoras, apoyando y alentando en cada juego.

A pesar de que sus fases finales se jugaron en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda, los equipos que no eran capitalinos siempre se presentaban con su público. Sin importar la distancia, los padres de familia apoyaban a sus hijas e hijos, demostrando el apoyo incondicional que les brindan.

Mónica Coreas nos dice: “Estamos emocionados al ver que ellas lograron lo que querían: ganar, y además generaron una convivencia muy bonita”, expresó con gran emoción.

Los partidos se vivieron con ilusión y con muchas expectativas, las cuales lograron satisfacer tanto a los espectadores como a los participantes. Esto fue visible en el gran apoyo que el proyecto recibió por parte de personas de todo el país.

El día del gran partido


El gimnasio de San Salvador parecía un volcán a punto de estallar. Desde temprano, las familias del Colegio San Francisco de Asís llegaron desde Sonsonate con pancartas, pitos y gritos, dispuestos a dejarse oír. El viaje fue largo, pero al parecer nadie lo sintió, ya que la ilusión de ver a sus hijas en la gran final era más grande que cualquier kilómetro recorrido.

Jugadoras defendiendo y atacando con emoción. Foto por: Andrea Cortez

En la cancha, las Netz entraron con paso firme, con esas miradas de concentración que solo tienen las niñas que saben que están a punto de vivir un momento histórico. Por otro lado, las Pistons de Itexsal se movían con la confianza de un equipo que conoce sus fortalezas.

El primer cuarto fue parejo, pero en el segundo se vivió un ida y vuelta, una toma y daca que mantuvo a los padres de pie en las gradas: algunos con las manos en la cabeza, otros grabando cada jugada como si de un recuerdo eterno se tratara. Poco a poco, las Pistons comenzaron a marcar la diferencia. Para cuando llegó el descanso, el marcador parecía una cuesta arriba imposible de alcanzar: 34 – 10. Aun así, los aplausos nunca cesaron.

El tercer cuarto fue el tiempo del esfuerzo y del cansancio. Algunas jugadoras buscaban aire, se secaban el sudor, pero no bajaban los brazos.

Fuentes, la número 5 de Netz, era la chispa de su equipo: corría, intentaba y levantaba a las suyas con cada esfuerzo. Mientras tanto, Granados, la número 10 de Pistons, se convertía en figura y estrella del partido. Cada balón que recibía era casi un canto de canasta, y el público lo sabía.

Cuando llegó el último periodo, algo cambió.

Netz salió con una energía inesperada. De repente, presionaban más, corrían más, y llegó la primera canasta de tres puntos que desató la locura en las gradas. Las personas se abrazaban, los tambores retumbaban, y por unos minutos, la ilusión de la remontada se hizo real.

Pero el reloj no perdona. El marcador final quedó en 51 – 25, con las Pistons coronándose campeonas. Sin embargo, lo que quedó grabado en la memoria no fueron los números, sino la entrega, las lágrimas mezcladas con sonrisas, y la certeza de que, en esa cancha, el verdadero triunfo fue para todas.

Público animado con pancartas y cantando. Foto por: Andrea Cortez

Durante el partido, una parte del público cantaba para motivar a las niñas, con pancartas y silbatos que creaban un ambiente alegre, agradable y, en algunos momentos, hasta dramático. En ciertos pasajes, se unía también la batucada, por lo que ese grupo de personas, con sus tambores de ritmo afrobrasileño, le daba un pulso eléctrico al encuentro, contagiando tanto al público como a las jugadoras, y reforzando la intensidad de cada jugada.

Fue en medio de ese ambiente vibrante cuando llegó el instante más crítico: un momento en que la tensión se podía cortar con tijera. Las jugadoras, con el corazón acelerado y las manos sudorosas, se lanzaban al balón como si en él se jugara algo más que un punto. Entre el bullicio ensordecedor de las gradas, algunas terminaron en el suelo, peleando con garra, mientras otras forcejeaban con la pelota como si se tratara de un tesoro imposible de soltar.

No había miedo, solo nervios, y esa ansiedad inevitable que nace cuando todo un público grita tu nombre. Aun así, con la presión en el aire, siguieron de pie, empujadas por las voces de aliento que retumbaban desde cada rincón del gimnasio.

Al finalizar el partido, nos acercamos a una de las chicas del equipo ganador. Ella nos comentó que, a pesar de los nervios, se siente orgullosa por todo lo que han logrado:

“Me siento muy orgullosa, ya que nos hemos venido esforzando desde el principio del torneo. He mejorado y hemos mejorado como equipo, por lo que, gracias a Dios, se nos dio la victoria”, comentó Naomy Funes, quien participó con el equipo Itexsal.

Un paso más

Pero la aventura no termina aquí. Para las jugadoras de Itexsal, la experiencia, la pasión y el amor por el baloncesto aún les tienen preparado un último destino, una última misión por afrontar: los Juegos CODICADER 2025, que se realizarán en Costa Rica.

Parten hacia Costa Rica para representar a su nación y demostrar que están listas para más. Desde ya, el Itexsal comienza a prepararse para este nuevo reto internacional, con el objetivo de dejar huella en tierras extranjeras y traer consigo un nuevo campeonato.

Las jugadoras parten con gran confianza y entusiasmo, conscientes de que el Colegio Itexsal ha logrado coronarse campeón durante tres años consecutivos en el torneo Jr. NBA femenino, consolidando así su dominio en este deporte.

Con esto se pone fin a un torneo que ha impulsado de manera significativa el deporte en El Salvador, motivando y transmitiendo grandes valores a sus participantes. Las jóvenes atletas han demostrado un alto nivel de deportividad y espíritu competitivo, y como verdaderas campeonas, dejaron todo en la cancha.

Han demostrado que el deporte salvadoreño tiene un amplio alcance. Y aunque aún esté en desarrollo, es algo que siempre atraerá al público, moverá masas y provocará el furor de las personas.

Una experiencia única que, durante tres años, acompañó a niñas y niños, inspirándolos y dándoles una razón para jugar. Transmitió esa alegría que solo el deporte puede generar. Año tras año, esto fue lo que trajo el torneo Jr. NBA: una experiencia que hoy llega a su fin.

Final de torneo NBA Jr. El Salvador 2025

Referencias 

Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador. (s. f.).

NBA latam. (s. f.). https://jrnbalatam.com/ 

Salvador, D. E. (2025, 2 septiembre). Niños salvadoreños disfrutaron el Selection Camp Jr. NBA 2025. Diario el Salvador. https://diarioelsalvador.com/ninos-salvadorenos-disfrutaron-el-selection-camp-jr-nba-2025/691038/

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