Redacción Judit Ochoa, docentede ECC|Tu espacio
Una historia contada con técnica, pasión y trabajo en equipo
Desde la fase de planificación hasta la última toma, el grupo asumió un solo proyecto con un objetivo común: crear una obra colectiva en la que cada rol fuera asumido con responsabilidad y compromiso. Guionistas, productores, directores, asistentes, fotógrafos, sonidistas, vestuaristas y maquillistas… todos trabajaron en sinergia, respetando los límites de sus funciones y comprendiendo la importancia de la especialización en el proceso creativo.
“El verdadero aprendizaje ocurre cuando los estudiantes dejan de simular y comienzan a vivir el proceso. Esa fue nuestra meta: que cada quien sintiera el peso y la pasión de su rol, como sucede en la industria real”, comenta Judit Ochoa, docente de la asignatura.
La producción, grabada en la majestuosa Área Natural Protegida de Montecristo, no solo destaca por su calidad técnica, sino también por su propuesta narrativa: una historia que revela los conflictos invisibles del ser humano, esas ideas no expresadas que eventualmente chocan y se revelan, con la naturaleza como testigo silencioso.
En la presentación final del cortometraje se contó con la presencia de los docentes Carlos Corado, Amílcar Durán y Luis Liévano, parte del staff docente de la Escuela de Ciencias de la Comunicación (ECC), quienes compartieron sus observaciones, comentarios sobre el trabajo realizado por los estudiantes, destacando el nivel de compromiso, la solidez técnica y la capacidad narrativa demostrada en el proyecto.
El resultado: un cortometraje de ficción de 12 minutos que no solo representa una nota final, sino una vivencia profesional anticipada. Una experiencia que, más allá de la teoría, permitió a los estudiantes enfrentarse al ritmo, las exigencias y la belleza del lenguaje audiovisual. Porque en esta clase, se aprende haciendo, y cada plano lleva impresa una lección de vida, colaboración y creatividad.
