
Con una mirada crítica, un estilo perfeccionista y una cámara que ha desafiado los límites de su tiempo, la licenciada Karen Azúcar no solo captura imágenes, también forma mentes. En esta entrevista exclusiva, la fotógrafa y docente comparte su método “aprender a resolver”, una filosofía nacida de la experiencia y el ingenio que invita a ver la fotografía no como una cuestión de tecnología, sino como un juego mental donde reina la creatividad. Desde sus inicios con equipos básicos hasta dirigir campañas para marcas de prestigio, Azúcar nos abre las puertas de un universo donde la imagen tiene voz propia, Acompáñanos a conocer el mundo a través del lente con Karen Azúcar.
Licda. Karen Azúcar, muchos no conocen su método de enseñanza “aprender a resolver”. ¿De dónde surge esta idea y qué significa para usted?
Karen Azúcar: «Muchos no conocen mi método de ‘aprender a resolver’, pero es el que me ha enseñado mi propia trayectoria profesional. Para mí, todo está en la mente.
Lo que me ha permitido avanzar en mi carrera no es contar con los equipos más caros, sino con la capacidad de encontrar soluciones creativas con los recursos disponibles.
Este método nace de mi experiencia personal, de los desafíos que he enfrentado a lo largo de los años y de cómo he aprendido a sacar lo mejor de lo que tengo.
Si logré grandes fotos con una cámara Canon T3i que aún conservo y luces LED que ya están dando su última milla, eso demuestra que no es necesario tener el equipo más avanzado para crear algo impactante.»
En cuanto a su carrera, ¿cuál ha sido su mayor motivación?
Karen Azúcar: «Siempre quise trabajar en los medios de comunicación. Esa fue mi motivación inicial. Pero fue la fotografía la que me permitió alcanzar ese sueño. Trabajé con TCS y actualmente creo contenido para Canal 12 y también he dado cursos de fotografía con la su Escuela de Comunicaciones.
Hoy en día, mi mayor motivación es ayudar no solo a estudiantes, sino también a profesionales y emprendedores que tienen ese dolor de cabeza de no saber cómo hacer que sus productos se vean bien.
Yo siempre les digo a mis estudiantes que ahora las redes sociales son como la tarjeta de presentación de las marcas. Si veo algo visualmente llamativo, ya estoy en camino a querer consumirlo.
Es fundamental que los emprendedores comprendan que una buena imagen puede abrirles muchas puertas. La fotografía tiene el poder de contar historias, de transmitir emociones, y cuando se utiliza bien, es una herramienta que puede llevar una marca o producto a otro nivel.»
Parte de su carrera la ha llevado a dirigir campañas publicitarias para marcas de prestigio local. ¿Cómo ha influido esto en su estilo y enfoque?
Karen Azúcar: «¡Definitivamente! Mi pasión por la fotografía me ha permitido dirigir campañas publicitarias para marcas de lujo como la Floristería Montsé, que es una de las más prestigiosas en eventos y estilo de vida.
Trabajar con una marca como esta me enseñó a combinar creatividad y organización al más alto nivel. Desde la lluvia de ideas hasta conocer la esencia de la marca, cada detalle es clave. Eso me permitió afinar mi criterio sobre la importancia de la atención al detalle.
Para mí, todo tiene que lucir impecable. Porque en la fotografía publicitaria, la imagen tiene que hablar por sí sola. No tiene que decir nada más; debe ser tan impactante que el cliente vea la foto y diga: “¡Yo quiero eso!” Si logramos eso, entonces podemos decir con certeza: “Objetivo logrado”.
¿Cómo ha sido su experiencia enseñando a sus estudiantes, y qué es lo que más valora de ellos?
Karen Azúcar: «Mis estudiantes son una fuente constante de inspiración. Cada uno de ellos es único: algunos son muy organizados, otros tienen un enfoque más espontáneo y algunos aman romper esquemas, y eso es lo que más me gusta.
A veces les cuesta un poco más, pero la clave está en ser perseverante. En mis clases, les enseño a trabajar en equipo, a ser detallistas, a estar organizados, pero, sobre todo, a resolver.
No importa si están en un estudio profesional o si están trabajando con recursos limitados, lo importante es que aprendan a mirar más allá y encuentren soluciones creativas.»
¿Cuáles son los aspectos que considera esenciales para que un estudiante de Fotografía Publicitaria logre destacarse?
Karen Azúcar: «Lo esencial es que comprendan que los detalles marcan la diferencia. Un buen fotógrafo no solo sabe manejar una cámara, sino que también sabe organizar un set, trabajar con su equipo y, lo más importante, tiene una visión creativa.
En mis cursos, les enseño a trabajar con productos, a cuidar cada detalle, y a organizar cada sesión con precisión.
Además, uno de los puntos más importantes es que aprendan a resolver problemas, porque en la fotografía siempre surgen imprevistos. Pero es ahí donde entra el verdadero desafío: sacar lo mejor de cada situación.»
¿Qué opina de la inteligencia artificial aplicada a la fotografía publicitaria?
Karen Azúcar: «Sin duda, la inteligencia artificial es una gran herramienta. En clase ya hicimos un ejercicio utilizando algunas aplicaciones y los resultados fueron increíbles.
Lo que pasa es que, aunque la IA agiliza todos los procesos, no hay una conexión humana. Y al final, somos seres humanos los que nos conectamos mediante historias, emociones.
A pesar de que la IA puede generar imágenes impactantes, sigue necesitando de nosotros para darle esas órdenes. Y esas órdenes tienen que ser tan específicas que un humano las entiende y las siente.
Pienso que el arte hecho con manos humanas sigue teniendo más valor que lo generado por robots.
Además, debemos tener en cuenta todo el impacto ambiental que la IA trae consigo.
La tecnología puede ser muy poderosa, pero la esencia humana y nuestra creatividad siempre jugarán un papel esencial.»
Pregunta:Finalmente, ¿cómo describe el proceso de aprendizaje en sus clases y qué le gustaría que sus estudiantes se lleven de su enseñanza?
Karen Azúcar: «El proceso de aprendizaje es constante. A medida que los estudiantes avanzan, empiezan a aplicar lo aprendido en situaciones más complejas y, lo que más me gusta, es que ellos también me enseñan a mí.
Me encanta ver cómo algunos rompen reglas para crear algo único, siempre que tengan un objetivo y un valor claro para su propuesta.
Mi objetivo es que se lleven una mentalidad abierta, lista para resolver problemas de forma creativa, y que entiendan que no hay límites cuando tienes una idea clara y la capacidad de llevarla a cabo.
Al final, no importa el equipo que tengas, sino lo que puedas hacer con él.