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La dictadura perfecta: el cuarto poder como herramienta para la corrupción

Foto de internet.

Redacción-Rebeca Alonzo

El director mexicano Luis Estrada comenzaría en 1999 un proyecto que consistió en cinco películas:  La ley de Herodes (1999),  Un mundo maravilloso (2006), El infierno (2010),  La dictadura perfecta (2014) y ¡Que viva México! (2023). Cada uno de estos filmes habla a modo de sátira sobre los problemas de la política y la sociedad mexicana, siendo “La dictadura perfecta” la que mostraría el poder de los medios de comunicación sobre las decisiones políticas y como el llamado cuarto poder ahora no es más que otra herramienta a favor de los gobiernos.

La película fue estrenada en el año 2014 y fue muy crítica acerca del gobierno de Enrique Peña Nieto y su relación con los medios de comunicación, además, de las varias “cortinas de humo” con las que estos intentan cubrir crímenes políticos.

La cinta comienza con el presidente de la República Mexicana (cuyo actor posee un gran parecido con Peña Nieto) en la recepción de las cartas credenciales del embajador de los Estados Unidos, cuando repentinamente comenta cómo “los mexicanos son mejores que los negros”.Un hecho que  rápidamente se volvió viral, dejando en ridículo al presidente y provocando una oleada de burlas y críticas.

En vista de lo sucedido este le envía un mensaje a Televisión Mexicana (TV MX),  una de las principales televisoras de la nación (siendo una referencia a Televisa), para que estos desvíen la atención de su error. De esta forma TV MX presenta un video en el que se muestra como el gobernador Carmelo Vargas (del mismo partido que el presidente) recibe dinero de parte de un narcotraficante.

Buscando que no se vea perjudicada su imagen pública el gobernador contrata los servicios de la televisora para limpiar su imagen, para ello deciden utilizar la estrategia de “la caja china” (la cual vendría siendo una cortina de humo), en la que buscarán una noticia lo suficientemente escandalosa como para hacer que la gente se olvide de la corrupción del gobernador. 

 La noticia a utilizar en este caso fue el del secuestro de dos gemelas que desaparecieron estando en el patio de su casa. Así, la televisora aprovecharía la oportunidad para dirigir la atención hacia este suceso, dilatando y exagerando los hechos tanto como se pueda.

También aprovechan la oportunidad para no solo desviar la atención del escándalo del gobernador, sino que se utiliza para limpiar su imagen, pues la televisora lo retrata como un santo que hace hasta lo imposible para encontrar a las niñas, manipulando las situaciones y los escenarios a fin de generar empatía hacia el gobernador de parte del público.

La película fue elegida por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), para representar a México en la entrega XXIX de los Premios Goya 2015, en la categoría de mejor película iberoamericana. A pesar de haber perdido contra la película argentina Relatos Salvajes, La Dictadura Perfecta dejó un gran impacto en los cines Mexicanos, enfrentándose incluso a una posible censura. 

Desde el principio se esperó que la película generara controversia, incluso empezando por el título, pues la expresión de “Dictadura Perfecta” fue acuñada por Mario Vargas Llosa en 1990 para denominar la larga duración del PRI (Partido Revolucionario Institucional) en México, comentando: 

“No creo que se pueda exonerar a México de esa tradición de dictaduras latinoamericanas (…) México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No es la URSS. No es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México (…) Tiene la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido que es inamovible”.

Luis Estrada utiliza la expresión en este nuevo contexto para referirse a la manera en que los medios de comunicación sirven como una herramienta para la corrupción, utilizada con el fin de colocar y mantener en el poder a las personas que estos decidan. Pues una dictadura perfecta resulta ser aquella en que las personas ni siquiera se dan cuenta que viven bajo una, y la mejor manera de conseguirlo es mediante los medios de comunicación, haciéndole creer a la gente que están informados, que tienen un poder de decisión real, que la información que les brindan siempre es verídica, y de esta forma y con la confianza que la población deposita en el cuarto poder, hacerles creer en la bondad y capacidad de algunos políticos, quedando así impunes de sus crímenes por más graves que estos hayan sido. 

“Una dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros de la que los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería esencialmente un sistema de esclavitud,en el que gracias al consumo y el entretenimiento,los esclavos amarían su servidumbre.” Aldous Huxley (Un mundo Feliz, 1932)

Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Estrada_(director)

https://cultura.unizar.es/sites/cultura.unizar.es/files/actividades/06-la_dictadura_perfecta.pdf

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