La firma china está herida, pero no rendida. La guerra comercial y tecnológica que promueve Donald Trump, a través de Google, demuestra que Huawei estira su orgullo al presentar su nuevo producto en Londres. ¿Es una oportunidad esta crisis de comunicación?
Por Tu Espacio/ Agencias
«No importa lo que pase. Contamos con el apoyo de nuestros clientes, de su juventud, también en estos días difíciles», señaló orgulloso el presidente de Huawei, George Zhao, al presentar los dispositivos Honor 20, los últimos ejemplos de avance tecnológico de la firma china. «En Honor seguimos el espíritu de mejorar siempre todo lo que hacemos», enfatizó el representante ante más de 800 periodistas europeos, pero ha suspendido todas las entrevistas que los directivos suelen conceder al terminar la presentación. Y ha pospuesto sin fecha la venta de la nueva línea de terminales, que debían comenzar a distribuirse desde mañana.
Desde el punto de vista académico, Tu Espacio inicia su reflexión, tomando las palabras de Albert Einstein: «la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a una persona y países porque trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura». El nuevo producto, Honor 20, es la contestación más firme que Huawei hace ante cualquier titán con poder político y económico. Es claro que, desde la comunicación institucional con enfoque en crisis, la redacción del discurso de los representantes de Honor a escala mundial. «Lo que ayer era una tormenta, hoy es un chaparrón y seguramente dentro de unos días será solo una ducha fría”, puntualizó Javier Palacios, el responsable de Honor en España, en alusión a la prórroga de Trump.
El crecimiento de Huawei en el mercado de los smartphones es meteórico. Con 10 años, pasó de ser un fabricante de móviles baratos a codearse en las grandes ligas junto a Apple y Samsung, El nuevo conquistador hizo brincar a la Casa Blanca, pues la semana pasada, el Gobierno estadounidense incluyó a Huawei, a la que acusa de representar un riesgo para la seguridad nacional debido a sus conexiones con el Gobierno chino en una lista negra que impide a los empresarios norteamericanos hacer negocios con estas empresas, a menos que dispongan de una licencia. Por el momento, el Gobierno chino aún sopesa medidas de respuesta.